La palabra oficial ya existe. El gobierno habilitó una agencia noticiosa que el Presidente Fernando Lugo se apresuró a enfatizar, no será una fuente de propaganda gubernamental. En ese caso es el primer intento correcto que conocemos ya que las anteriores experiencias estuvieron impregnadas de partidismo, sectarismos y otros ismos incompatibles con periodismo. Lo positivo:
Para los ciudadanos, el esfuerzo es conducente. Apunta a completar el espectro democrático de los enfoques sobre los acontecimientos trascendentes del país y fundamentalmente sobre la gestión de gobierno para permitirnos una visión más amplia y cotejar abordajes ya que sólo contábamos con la propuesta de la prensa comercial (antes decíamos la prensa independiente pero al final depende de una serie de intereses que nublan su visión en temas que son sensibles a los intereses que defiende).
Lo mejorable
Nos hubiera gustado encontrarnos con el gran reportaje, por lo menos un material de fondo. Algo así como el temón del día capaz de promover el comentario de la gente. Un enfoque que diera que hablar pero, habrá que esperar en ese frente.
Lo que falta
Ocurre que el nuevo gobierno es “el cambio” y la creación de una agencia noticiosa de estas características así lo subraya. Aplausos.
Sin embargo se perdió una oportunidad para producir un impacto mayor. A nuestro juicio la agencia debió aparecer con un Código de Etica y ser el primer medio del país con ese adelanto.
Debió aparecer por lo menos con una nómina de principios que regirán su acción.
Era para “mostrar el camino”. Claro era un lujo pero por la gente que hay ahí, había condiciones para pegarse ese lujo. No fue posible de entrada, habrá que apuntar a que sea uno de los pasos siguientes.
Damos nuestra más fraterna y cálida bienvenida a la agencia y a partir de ahora, está el link de la misma en nuestra página.
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