sábado, enero 10, 2009

No se trata de enrejar plazas sino de liberar mentes y entender el respeto a los demás



Fuente de agua convertida en natatorio céntrico asunceno

El cambio de gobierno ha traído nuevas expectativas pero sobre todo nuevas demandas sociales, nuevas marchas y manifestaciones. Las plazas asuncenas se han resentido al ser usadas por manifestantes de distintos puntos del interior que vienen a Asunción a acampar y desde ahí organizar sus protestas.
Para evitar el conflicto entre los vecinos de las plazas y los acampantes, intentan ahora enrejar las plazas y se plantea un debate que deja aflorando el escaso respeto que tenemos hacia los espacios públicos.
No es razonable que los manifestantes utilicen las plazas como campamento donde deban desarrollar su vida durante un buen tiempo. Ni cuentan con servicios básicos ni comodidades elementales y terminan siendo una molestia enorme para los vecinos que reclaman atención.
Los que acampan exponen su derecho a reclamar y los vecinos su derecho a vivir con tranquilidad y usufructuar el espacio de la plaza porque pagan sus impuestos como ciudadanos para ello.
La Municipalidad de Asunción protesta por el elevado gasto en reparación y mantenimiento de plazas y decidió enrejar por lo menos dos de ellas:“Italia” y “Uruguaya” con una inversión de alrededor de 1,5 millones de dólares.
Podemos entender el sentido de la decisión pero no su validez. Lo único que se logrará con ello es proteger dos plazas pero lo que va a ocurrir es que los manifestantes que vengan del interior, irán a otras plazas que no están protegidas.
Las costosas obras perderán así toda efectividad.
Sin embargo, la decisión municipal deja en exposición el escaso respeto que tenemos de los espacios públicos lo que quiere decir, exiguo respeto al derecho de los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario