miércoles, febrero 03, 2010

Los editores gráficos pueden ser los más grandes mentirosos del mundo


En periodismo se suele decir que una manera de probar la verdad de lo que se dice es publicando la foto, el documento visual que respalda la fidelidad de lo que se dice. No es siempre verdad porque un simple encuadre de la foto permite manipular el sentido para transmitir varios mensajes absolutamente contradictorios. El editor elige que mensaje transmitir y la foto de arriba sirve para demostrar lo que decimos.

Opción 1: Si el editor elige el encuadre de la izquierda lo hace para emitir el mensaje de la brutalidad de la guerra.

Opción 2: Si elige el encuadre del medio (el real), ciertamente se transmite brutalidad pero con un propósito de sobrevivencia. Oferta de premio o castigo en base a un apremio al prisionero que tiene la opción de contar donde está el resto del pelotón y recibir el agua pura y cristalina o lo otro.

Opción 3: La bondad, la ternura del soldado, el amor al prójimo, más allá del odio salvaje generado por la guerra. El soldado que ofrece el agua al enemigo hecho prisionero merece el Premio Nobel de la Paz (una manipulación atroz).

Existe
La manipulación gráfica existe en los medios, incluso en los paraguayos. A veces simplemente para dar espectacularidad a la gráfica y cuento cómo una vez un reportero gráfico tenía la foto del gol, con la imágen del pateador del tiro libre, la muralla que se arruga ante el disparo, el arquero que vuela sin éxito pero no se veía la pelota.

Ni corto ni perezoso, el fotógrafo recortó una pelota de otra foto y la colocó en el ángulo. Era para el Premio Pulitzer.

Recientemente un fotografo español que sería un primo muy lejano mio, ganó un premiazo por la foto de un lobo feroz saltando en la noche. Tuvo que devolver el premio cuando descubrieron que se trataba de un lobo domesticado que se alquila a cineastas y fotógrafos.

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