sábado, febrero 27, 2010

Terremotos y maremotos ¿un signo de los tiempos?



Las primeras muestras de solidaridad y rescate entre vecinos en Chile,
esta madrugada tras el cataclísmico terremoto de 8,8°.


300 mil muertos en Haití bajo los escombros, terremoto desastroso en Chile acompañado de tsunami, indundaciones en Madeira con más de 40 muertos; Buenos Aires bajo agua; Europa se hiela, nevadas históricas en los Estados Unidos, miles de turistas aislados en Machu Pichu; un cerro se deshace bajo la lluvia en Italia; un témpano del tamaño de Luxemburgo se rompe y navega a la deriva en el Pacífico con consecuencias climáticas insospechadas.

Podemos ver estos acontecimientos como hechos espontáneos que resultan del acomodamiento climático o del calentamiento global y de los gases de efecto invernadero.
O se dirá que el planeta sigue su proceso de ajuste geológico y climático. Nos comentarán que desde luego la Tierra ha estado pasando por eras de mucho calor y edades de hielo.

Hambre y enfermedades
Y hay sequías. Ríos y arroyos que desaparecen, la producción de alimentos es insuficiente. La FAO acaba de señalar que los países en desarrollo necesitan invertir 83 mil millones de dólares anualmente en agricultura para contar con alimentos para 9.100 millones de personas en 40 años.
Está claro que no se está invirtiendo esa suma. No son tiempos alentadores.
La Organización Mundial de la Salud teme una segunda oleada de la gripe A1 mientras otea nuevas amenazas de pandemias y nosotros tenemos al dengue hemorrágico cerca.
Algunos dirán que los Mayas ya lo previeron y acaban de llevar al cine la zaga 2012, la historia del final.
Creen que todo se acabará en dos años más. Nadie lo sabe ni puede saberlo.
Pero así como leemos y vemos a los científicos, los cineastas, también podemos leer las escrituras.
Por ejemplo en Mateo 24:7 cuando el Enviado da pistas de la proximidad de su segunda venida y expone que cuando eso se aproxime "... se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares."
Pueden decir que plantearlo así es demasiado apocalíptico. Tal vez pero que cada uno lo entienda según su entendimiento.

Durisima tormenta gélida en Suiza este invierno

Témpano del tamaño de Luxemburgo se desprende de la Antártida y navega a la deriva ahora.

Lluvias torrenciales y aludes de piedra y lodo en Madeira, la semana pasada.

Buenos Aires bajo agua, la semana pasada.

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