Recuerdo que cuando abordábamos lo relacionado con el pago de indemnizaciones a las víctimas, con los abogados de los Paiva y los abogados querellantes, en un programa de radio, me llamó la atención el relativo desinterés de las víctimas en el tema. Me encontré con que veían mal el cobro de indemnizaciones porque eso sería “vender a nuestros muertos”.
Se insistía en que lo que necesitaban era justicia pero la justicia que reclamaban probablemente desbordaba totalmente la que podrían obtener de un Poder Judicial imperfecto y de leyes posiblemente muy benignas para lo que ellos esperaban. Y esto se notaba en argumentaciones del tipo: “En los Estados Unidos, hay gente que va 400 años a la cárcel porque se suman las culpas por cada muerto mientras que en Paraguay como máximo se pena con 25 años de cárcel. Eso no es justicia”.
Observaba además otros aspectos llamativos como que querían que el local siniestrado fuera destinado a un templo y yo decía que un templo es un lugar de oración y la oración por excelencia, el Padre Nuestro, nos pide a los cristianos, perdonar. Y sin embargo, uno de los lemas de las víctimas es “ni olvido ni perdón”. No me refiero al perdón jurídico sino que al acto de liberarnos del sentimiento destructivo del rencor y el odio y aceptar una nueva situación imposible de cambiar que el ser humano logra al cerrar su duelo.
Y era evidente que estábamos ante un problema de salud pública que no fue atendido por el Estado como tampoco los pastores de distintas iglesias fueron capaces de hacer un abordaje eficiente para llevar palabras de serenidad y de paz y lograr éxito en ese frente espiritual. Cuando se habló de obtener ayuda profesional adecuada para tratar traumas tan fuertes y profundos, recuerdo que voceros de las víctimas del Ykua Bolaños dijeron algo así como “no estamos locos, los locos son los Paiva. No necesitamos tratamiento sino que lo que reclamamos es justicia”.
Las veces que advertí sobre estos hechos y que lo ideal era enfocarse sobre el juicio de modo que en función de la legislación paraguaya y las pruebas disponibles se obtuvieran los resultados posibles y que la presión emocional desbordada no era lo mejor y mucho menos el saqueo o la agresión, me reprocharon porque mi actitud sería coincidente con la de las víctimas si yo tenía un pariente que murió en el incendio.
Agradezco a Dios no haber tenido un involucramiento así en el incendio pero justamente creo que quienes podíamos hacer un abordaje desapasionado sobre el tema, justamente estábamos obligados a aportar cuotas de razón donde había exceso de emoción. Siempre cuestioné el abordaje sensiblero y lacrimógeno que hacía la prensa al entrevistar a las víctimas.
Recuerdo varias entrevistas en la TV en las que la periodista encaraba una pregunta más o menos así: “Señora, usted recuerda aún a su hija que murió calcinada y que tenía sus sueños de joven inteligente que no los pudo realizar….”, vale decir un enfoque encaminado a revictimizarla a fin de que llorara ante las cámaras y producir un efecto emocional de alto impacto en la teleaudiencia. Era un enfoque cruel.
Justamente con ese propósito, incluso acompañaban el reportaje con un tema cantado por Gloria Stephan que hablaba de “me levanto en tu fotografía” y “cada día que pasa te encuentro y te vuelvo a mirar”. Un propósito feroz, sádico de hacer llorar a toda la teleaudiencia. Claro, record de teleaudiencia.
Lo mismo los medios radiales y escritos privilegiaron enfoques emocionales y claro, mientras la gente lloraba y reaccionaba emotivamente y a tambor batiente atropellaba, se fue desviando el tema. Se anuló mal el primer juicio cuando debió ser apelado y el segundo juicio era inconstitucional.
Yo critico a la prensa que se entusiasmó con enfoques lacrimógenos cuando debió poner su cuota de frialdad. Cuando debió rescatar un tema, tan grave, de lo meramente pasional siguió lucrando con el dolor ajeno y hoy sólo se cuestiona a la justicia y no hay autocríticas. Nadie aún evalúa el rol que jugó ni piensa por lo visto extraer aprendizajes.
MIS FELICITACIONES POR SU BLOG!!
ResponderEliminares increible como la prensa paraguaya puede ganar raking aprovechando el dolor humano de una forma muy cuel...
ResponderEliminarconociendo el lado emotivo de las victimas deberian incentivar a la resignacion y el perdon.
Paiva, el ex dueño de un supermercado que tambien fue muy afectado como todos en este incendio.
Tal vez cometio un error, humano.
El no es ninguna amenaza para la sociedad y debemos analizar la situacion de una forma mas JUSTA y menos emotiva.
GRACIAS...