sábado, mayo 16, 2009

Fernando Lugo dice que gobernará desde la cárcel de Tacumbú (crónica de ficción)

Bien por la sanción a Lugo tras violar normas de tránsito y sobre todo por el mensaje que envía en apoyo de la Policía Caminera que venía encontrándose con conductores investidos de "autoridad pública intocable”. Nadie es intocable para las leyes pero sigamos aquí una crónica disparatada pero probable:

El Presidente Fernando Lugo que conducía ayer una camioneta Ford Explorer y que poco después de pasar la ciudad de Paraguari rumbo a Carapeguá perdió el control del rodado en una ilegal maniobra de adelantamiento y embistió a una vendedora de chipá que esperaba un colectivo para ofrecer sus panificados a los pasajeros, se enfrenta a una pena carcelaria.
En el momento de recibir la boleta por contravención a las leyes de tránsito por parte del mismo director de la Policía Caminera Eduardo Petta, el Presidente le reconoció su error y le comentó “ni a mi me perdones la multa”, cuando aún desconocía el estado de la mujer embestida.
Representantes de los partidos políticos celebraron la decisión de Lugo de someterse a las normas y sanciones de tránsito pero tras conocerse las ulterioridades de su maniobra indebida, dijeron que debe someterse a todas las leyes y que la cárcel de Tacumbú tendrá una nueva celebridad entre sus internos.
La consecuencia política del accidente presidencial es que Lugo deberá pedir permiso para resolver su deuda con la justicia aunque Miguel López Perito, secretario y mano derecha del Jefe de Estado indicó que con dinero de Yacyretá se construirá inmediatamente un despacho y Lugo gobernará desde Tacumbú, la cárcel más importante del país.
La declaración de López Perito fue inmediatamente contestada por el Vicepresidente de la República Federico Franco quien desautorizó las expresiones del secretario presidencial y abrió un nuevo abismo en las relaciones entre ambos.
Franco expuso que en reiteradas ocasiones recomendó a Lugo utilizar los servicios de un conductor y de hecho existe un equipo asignado a ese efecto pero la oportunidad de tener en sus manos distintos tipos de vehículos y sentarse a sus respectivos volantes, le producen al ex obispo una sensación placentera sólo comparable con la de tener hijos, indicaron fuentes cercanas al Palacio de López.
Lo concreto es que este inesperado accidente de tránsito puede cambiar totalmente el tablero de ajedrez político en el país y abrir un nuevo panorama de incertidumbres que todos pensábamos, se había superado.

Disfrute de esta ficción pero no se olvide de reflexionar sobre esta posibilidad a raíz de la irresponsabilidad conductiva del Jefe de Estado. Ayer fue una multa, mañana no sabemos…

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