lunes, mayo 11, 2009

Fernando Lugo debe calafatear su canoa porque zozobra con cada remada

Ya hemos señalado más de una vez el comportamiento del Presidente de la República que primero espera que el escándalo lo atiborre como si fuera un alúd para reaccionar pero al borde de ahogarse en la tinta de los medios.

Ocurró con el caso del coronel Benítez Liseras, con el problema de su paternidad y con muchos otros pero ahora nuevamente se manifiesta con el uso de un local militar para un encuentro político.
Se había denunciado la irregularidad que se estaba cometiendo en contra de los preceptos constitucionales, incluso mucho antes de iniciarse el encuentro juvenil cuando aún había tiempo de cambiar de local, pero no.
Se hizo el encuentro y luego de concluir, Lugo reacciona y pide informes porque no está dispuesto a tolerar el pisoteo de las leyes.

El escandalete del ADN
El abogado de Fernando Lugo dijo que el Presidente no va a pagar la prueba de ADN que le exige la indigente presunta madre de uno de sus hijos. Sus asesores deberían evaluar qué imagen proyecta el Presidente de la República con una actitud de esas.
Es ineludible la prueba y queda claro que Benigna Leguizamón va a conseguir quien le done dinero para pagar la extracción de la muestra y el análisis laboratorial pero se habrá esfumado una magnifica oportunidad para que Lugo muestre su sincero deseo de pronto esclarecimiento del tema.
No parece percibir tampoco que cuánto más se alargue, más tiempo va a mantenerse el tema en la palestra mediática, corroyendo el poco barniz que le queda a su figura.

1 comentario:

  1. Desaparecidos y terror sembrado por Fernando Lugo



    11 DE MAYO DE 2009

    Luís Agüero Wagner

    http://www.democraticamente.com/opiniones/desaparecidos_de_Terror.html

    Ver solo la paja en el ojo ajeno al parecer es un defecto de Fernando Lugo, quien intenta eludir sus bochornos hablando por primera vez de los desaparecidos décadas atrás durante la dictadura de Stroessner, olvidando a los que ya cayeron hace semanas e incluso díasbajo las balas pagadas por la embajada norteamericana que dispara su gobierno.

    Inclusive al hablar de los desaparecidos, intentó volver a disfrazarse de cura y usar citas bíblicas, como "Cain, donde está tu hermano?", después de haber deshonrado a su iglesia y convertido a su país en la burla del mundo.

    Para la flaca memoria del oficialismo, vale recordar que Fernando Lugo inauguró su gestión asesinando a mansalva al dirigente campesino Bienvenido Melgarejo, en defensa de latifundistas brasileños, aunque su discurso imbuido de las tesis anti-mercosurianas de sus publicistassiempre habla de la "soberanía" ante Brasil.

    Inmediatamente después, desatóuna inmisericorde represión con su operativo policíaco “Jeroviaha” en San Pedro, que incluyó ejecuciones extrajudiciales y torturas y se hizo acreedora del repudio de activistas por los derechos humanos de todo el mundo. El asesinato del director de la radio comunitaria Hugua Ñandú, Martin Ocampo Páez, como derivación de la barrida policíaca cuya orden lleva su firma.

    Mientras intenta manipular la memoria histórica en forma tan grosera como manipuló la religión católica en su falaz campaña política, sigue sin esclarecerse la muerte del dirigente campesino Enrique Brítez Irala, a quien paramilitares colgaron de la copa de un árbol semanas atrás.Por si fuera poco, sigue ignorandolos derechos humanos de sus propios hijos abandonados por todo el Paraguay, y que no son pocos.

    MILITARIZACIÓN, TORTURA Y MUERTE SEMBRADA POR LUGO

    Para un relato creíble de lo que representó el "obispo de los pobres" para los campesinos, basta el relato de un documento del Partido de los Trabajadores donde describe la persecución, allanamientos, apresamientos ilegales, torturas, violación de derechos humanos y muerte, en el norte del país tras la militarización dispuesta por el presidente Fernando Lugo.

    Según el documento del partido izquierdista, los habitantes de San Pedro, Concepción y Amambay sufrieron en carne propia lo que significa el compromiso del gobierno de Lugo-PLRA con la defensa de la propiedad privada de los sojeros, de los ganaderos, de las trasnacionales.

    “Vamos a ser duros con la aplicación de la ley en defensa de la propiedad privada y en defensa de las inversiones”, expresó en varias ocasiones Lugo desde que asumió. Lo mismo repitió su Ministro del Interior, el “progresista” Rafael Filizzola. Ambos cumplieron a rajatabla su promesa hecha a los ricos y dueños de este país. Ambos incumplieron a rajatabla todas y cada una de las promesas hechas al pueblo trabajador que creyó que con ellos llegaba el cambio verdadero.

    Y cuando toda la burguesía estaba exigiendo la militarización del campo, sucedió un supuesto asalto a un pequeño puesto militar en Tacuatî, ubicado en propiedad de una ganadera brasileña,cuya autoría se atribuyó el denominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Con la excusa de perseguir a este grupo foquista y “dar seguridad a la población”, según el ministro Filizzola, se desató la represión.

    Fernando Lugo, en su calidad de Comandante en Jefe de las FFAA de la Nación, ordenó al comandante de las Fuerzas Militares Cíbar Benítez y al comandante de la Policía Nacional Viviano Machado, ocupar militarmente el norte. De hecho, el operativo fue el mayor desde la guerra civil de 1947, según expresiones del mismo ministro de Educación.

    El sábado 10 de enero, se trasladaron a la zona más de 1.000 efectivos militares y policiales, entre ellos tropas especiales, 15 patrulleras, 8 caballos de la montada, 29 vehículos de transporte pesado, 125 camionetas del Destacamento de Operaciones Ligeras (DOL), tres helicópteros artillados, dos avionetas, una repetidora para equipos de comunicación, tres ambulancias, cuatro médicos, un juez, tres fiscales y una banda de músicos.
    Para el lunes 12 de enero se tuvo el primer muerto en la Colonia Hugua Ñandú, de Concepción: Martín Ocampos Páez, director de la Radio Comunitaria Hugua Ñandú FM, que funciona en una escuela construida por la comunidad. Martín Ocampos también era miembro del Comité de Productores en formación de esa localidad.
    Inmediatamente después sobrevino la serie de denuncias de torturas a los campesinos detenidos, según relato de las víctimas que recogió la Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay (CODEHUPY) a través de su equipo jurídico. Miembros de comunidades cercanas también denuncian extrema violencia policial-militar-fiscal en las intervenciones que se siguen desarrollando en estos momentos.

    Hasta el Obispo de Concepción Zacarías Ortiz y médicos independientes denunciaron que los detenidos por militares, policías y fiscales fueron torturados brutalmente, siendo desgarradores los relatos.
    El domingo 11 de enero también fue ejecutado Juan Ramón González, dirigente campesino de Itakyry. Agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO), que están en la zona protegiendo la propiedad privada de los sojeros, asesinaron a otro dirigente campesino, el tercero desde que asumió el gobierno de Lugo-PLRA.
    Pese a todas las denuncias realizadas y a las pruebas presentadas, el gobierno negó los atropellos cometidos por militares, policías y fiscales. Tal es así que el presidente Lugo visitó el sábado 17 de enero a jefes de la Policía Nacional “para expresar su apoyo a la unidad que se encuentra implementando un gran dispositivo para luchar contra la delincuencia en el departamento de San Pedro”, según el informe periodístico del diario ABC Color.

    ¿PACTO DEL GOBIERNO CON EL REPRESOR?

    El gobierno paraguayo debió desmentir el fin de semana que el regreso del represor Sabino Augusto Montanaro obedeció a un pacto con el actual gobierno, ante la insistencia de referentes políticos y periodísticos.
    La desconfianza en Lugo evidenció el descrédito en que ha caído el gobierno del falso moralista y falso izquierdista, quien previamente a los escándalos que lo cubrieron de oprobio hace pocas semanas nunca antes había manifestado interés en lo sucedido durante la dictadura.

    Intentando explotar al máximo la situación con un efecto propagandístico, con el regreso de Sabino Montanaro se “acordó” de los derechos humanos y convocó a los activistas que lo habían repudiado antes a raíz del operativo en San Pedro, para fotografiarse con ellos, y prometer el oro y el moro.

    En retribución, los activistas, que curiosamente son los mismos que se encuentran vinculados a las ONG y pequeños partidos oficialistas agazapados tras ellas, organizaron una serie de ruidosas manifestaciones en torno al hospital donde se encuentran los despojos del represor, ya inimputable por la edad (casi 90 años) y según los reportes médicos, incapaz de recordar nada de lo sucedido varias décadas atrás.

    El resultado fue la protesta de los familiares de los demás enfermos internados en el Policlínico Policial “Rigoberto Caballero” por no respetar las señales de “SILENCIO, HOSPITAL”.

    Lo que se dice cantar la palinodia en forma.

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