jueves, agosto 12, 2010
Ocaso del Estado patrimonialista 1: El ser chupamedias ya no garantiza empleo público
¿Es posible imaginarse una administración estatal paraguaya a la que ya no se ingresa por méritos partidarios sino porque se ha probado ser el mejor en base a un concurso público de oposición? La respuesta a esta pregunta tiene todas las posibilidades de ser el legado más trascendente del gobierno de Fernando Lugo a la nación.
Durante muchos años hemos criticado al Partido Colorado el haber “esclavizado” al aparato estatal al que lo convirtió en agencia de colocación de correligionarios.
Prostituyó el sistema para dominar el país con características dictatoriales y corruptas.
Seríamos injustos si sólo dirigimos los dardos de la crítica al Partido Colorado. El Partido Liberal Radical Auténtico funciona con la misma lógica.
Es un partido con mentalidad patrimonialista. Antes de seguir, conviene tomar en consideración una definición de “Estado patrimonialista”. Se refiere al aparato estatal invadido y apropiado por un partido político o poderes fácticos que lo hacen suyo y utilizan sus recursos en beneficio de sus líderes y sus seguidores.
Es lamentable decirlo pero el PLRA que hoy “cogobierna” es también un club de pirañas que no ve la hora de consumir con avidez espacios de poder para apropiarse de los cargos en favor de sus correligionarios.
Con esta filosofía se empobreció a la nación y los ciudadanos todos los días nos quejamos del deficiente servicio que presta el Estado.
Y no puede ser de otro modo porque donde debieron estar los profesionales, capean los correligionarios cuyo mérito ha sido simplemente ese, ser fuente de votos útiles para que los mandamases de turno pudieran eternizar su “turno”.
El Estado paraguayo sólo ahora está ingresando a la era del conocimiento. Vivía en la era clientelar. Durante el gobierno de Nicanor Duarte Fruto (colorado) se hicieron 4 concursos públicos de oposición. Ese es el registro del que se dispone. Entre agosto del 2008 y junio del 2010, 7.800 profesionales ingresaron a la función pública, por concurso.
La Ley es clara
La Ley 1.626 De la Función Pública -promulgada en el 2.000- establece en su artº 15 que el único modo posible de ingreso al sector público es por la vía del concurso público de oposición. El artº 17 señala que lo que se haga fuera de este método, es nulo. No sirve.
(Sigue)
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