Claro que entendemos el fastidio del Partido Liberal Radical Auténtico porque no encuentra espacios en el gobierno, acordes con “el 80%” de su aporte electoral. Es bueno sin embargo que el PLRA entienda los dos ejes principales de la imagen que proyecta: 1- Está dividido en tribus, cada una con su cacique y todas en guerra; 2- Profesa un zoqueterismo galopante al entender que el Estado es una agencia de empleo de correligionarios.
Si el Partido Colorado se apoderó del poder durante 60 años para beneficiar a sus correligionarios, nosotros vemos que el PLRA desea simplemente cambiar el color de tal perversión. Como que enarbolan la bandera del “ahora nos toca a nosotros”
Cada cacique, pide
Y como vive una interna combativa pero dividida, cada porción del internismo partidario busca cargos para sus seguidores.
Hay un proselitismo con cargos públicos y al no existir unidad de criterios queda claro que de ese modo lo que va a pasar es que el Estado quedará subordinado al internismo, más que a proyectos de interés nacional.
Es por eso que en función de su enojo, el Partido se retira de la alianza gubernamental pero no de los cargos que atesoró cada segmento interno, conducta que hizo acuñar la graciosa figura del divorciado que comparte cama con su ex.
No es lo correcto pero es la realidad de la debilidad moral e institucional de los partidos políticos parásitos del dinero de los contribuyentes.
Es parte del país que debemos higienizar, el trabajo que “no se ve” pero que hay que valorar en la gestión de Fernando Lugo al no ceder a la desesperada demanda de cargos que hizo el PLRA por la vía de los líderes de sus diferentes segmentos internos.
El temor es entonces que a partir de ahora que está “fuera” de la alianza gubernamental, utilice la estrategia de apoyar en el Parlamento los proyectos del gobierno siempre y cuando “sepa negociar” y sabemos lo que esta expresión significa.
Escenario de políticos pedigüeños
Nosotros entendemos también la dificultad que tiene el gobierno de Lugo para construir consensos en un escenario de políticos pedigüeños, clientelistas, zoqueteros, tal como hemos visto en estos días en que se ventiló el pedido de políticos a la Secretaría de Emergencia Nacional para hacer campañas personalistas con donaciones del Estado.
El PLRA es un partido importante pero debe modernizarse y entender que para la ciudadanía, no se trata simplemente de cambiar el color del pañuelo de los funcionarios públicos sino de dejar de considerar al sector público como un coto de caza.
Dada la idiosincracia política paraguaya ¿qué opciones tiene Lugo de aliarse con otros sectores y qué moneda de negociación tiene que no sea el cargo público?
Este es tema de otro análisis
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