Si Brasil controlaba a su antojo Itaipú en base al soborno de políticos corruptos, ahora lo quiere hacer con presión de botas, un estilo que aparece a destiempo. Totalmente fuera de contexto. Si Brasil prepotenteó a platazo que le costaba al propio pueblo paraguayo, ahora sale a mostrar los dientes. Un acto de estupidez internacional que no sirve para intentar perpetuar el robo al Paraguay, al “compensar” la energía paraguaya de Itaipú de un modo leonino.
Si no funciona el “Plan A” pues es bueno que el Paraguay tenga un “plan B” y un “plan C” para lograr equidad en Itaipú.
Mientras tanto, hay que seguir soportando los gestos de prepotencia brasileña con “ejercicios militares” y declaraciones estúpidas como las que se atribuyen al general José Elito Carvalho Siquiera, jefe del Comando Militar del Sur que dijo entre otras cosas: “Ya pasó la fase en que teníamos que esconder las cosas. Hoy nosotros tenemos que demostrar que somos una potencia, y es importante que nuestros vecinos lo sepan. No podemos dejar de ejercitar y mostrar que somos fuertes, que estamos presentes y tenemos capacidad de enfrentar cualquier amenaza".
Desde hace varios días, el ejército brasileño realiza despliegues en la zona de frontera con el objetivo de enviar un mensaje al Paraguay de “portarse bien”.
El mensaje es coincidente con dos hechos que tienen que ver con la reclamación paraguaya de una justa compensación por la cesión de energía paraguaya al Brasil y que hoy es una verdadera estafa.
Por otro lado, la demostración de fuerza tiene que ver con la crispación del campesinado paraguayo por el acaparamiento de tierras por parte de colonos brasileños en territorio paraguayo.
No tiene sentido lo que hace Brasil. Le sale el tiro por la culata porque al final logra incubar en cada uno de nosotros, mayores convicciones de que el Paraguay debe lograr justicia en sus recaudaciones en Itaipú y obtiene además un subproducto indeseado: el de una “xenofobia dirigida” hacia el vecino prepotente, el vecino estafador.
Brasil debe pagar lo que la energía cuesta en el mundo de hoy. No hay otra. Del mismo modo que negocia ventajas para sus productos en el exterior debe sentarse a renegociar pues de lo contrario debilitaría su posición negociadora en otros frentes. Cómo va a salir a exigir justicia a los demás si no es justo.
Brasil es una de las diez más grandes potencias del mundo pero así también una de las más grandes prepotencias del mundo.
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