El Ministerio de Agricultura y Ganadería y el municipio de Capitán Bado, departamento de Amambay, firmaron un acuerdo por el cual se apoyará la agricultura familiar de manera a evitar las plantaciones de marihuana en la zona fronteriza con Brasil. Se informa que 7 toneladas de marihuana paraguaya acaban de ser decomisadas en territorio argentino.
Da la impresión de que las 7 toneladas es apenas la punta del iceberg. Cayó un descomunal cargamento pero pasaron otros. Un negocio multimillonario para el que un decomiso de esas características ingresa en el rubro de "gajes del oficio”.
Bueno, lo cierto es que el gobierno paraguayo propone un programa encaminado a sustituir el cultivo de marihuana por plantaciones legales principalmente de sésamo y justamente el plan se iniciara en la zona de mayor producción de la cannabis sativa.
El programa es impecable pero indudablemente debe ser arropado de actividades represivas porque el valor de mercado de un gramo de marihuana puede equivaler al de 15 o 20 kilos de sésamo. La rentabilidad es incomparable además de que los cultivos de marihuana no requieren de tratamientos culturales, regadíos, sanitaciones ni nada de eso.
No hay que esperar milagros de entrada porque en el norte hay una estructura corrupta de la que participan autoridades locales, departamentaes, la Policía. Es decir, los enemigos del proceso están investidos de autoridad pública. Es aquí donde hay que estar atentos para cortar de raíz que funcionarios corruptos saboteen el programa.
Los campesinos cultivan un rubro prohibido y se exponen pese a todo porque la rentabilidad es enorme pero es indudable que la iniciativa de erradicar los cultivos ilegales debe ser alentada, apoyada, protegida, acompañada.
Para tener una idea, en Europa un consumidor paga 7 euros por un gramo de la hierba prensada, es decir 42 mil guaraníes. Por un gramo, cuando un kilo de sésamo puede llegar a 3 mil guaraníes en finca.
El Centro de Desarrollo rural asistirá técnicamente a los productores y el esquema es similar al que se aplica en otros países como Colombia, Perú y Bolivia para la sustitución del cultivo de coca.
Organismos internacionales preocupados por la producción de hierbas prohibidas han señalado que la promoción de cultivos alternativos es tarea ardua y además están los que discuten que se persiga el consumo cuando otros dicen que se persiga la producción. Hay que poner el énfasis en las dos puntas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario