Pregunto:
A quienes hoy sostienen que el país debe invertir en armamentos para enfrentar la irracionalidad armamentista de la región, cómo es posible enfrentar la irracionalidad con más irracionalidad.
Pregunto:
Pueden acaso sostener lo mismo a nivel de sociedad para que que los ciudadanos paraguayos compremos armamentos modernos a fin de enfrentar los crecientes riesgos que la irracional inseguridad nos pone a cada instante en el camino.
Yo se que hay gente que tiene armas de guerra en su casa y la adquirió ilegalmente porque no está autorizada para ello.
Y lo ha hecho con el propósito de defender su patrimonio y su familia. En nombre de esos principios pisoteó la norma.
Y sin embargo frecuentemente leemos los estragos que causan las armas en las casas, ya sea porque quedaron al alcance de los niños que matan a sus hermanitos o porque el señor retornó a casa con unas copas de más y en ausencia de un justo discernimiento usó el arma con catastróficas consecuencias.
Pensemos serenamente por un instante. Luego de la Segunda Guerra Mundial, las naciones que mayor desarrollo tuvieron fueron precisamente Japón y Alemania, los países precisamente derrotados y destruidos.
Sus vencedores les hicieron el gran favor de imponerle como una de las más duras sanciones, el no tener fuerzas armadas.
Al eliminar los gastos de defensa, destinaron cuantiosos recursos a la educación y tanto Japón como Alemania llegaron a figurar entre las tres potencias económicas más avanzadas del planeta, apenas 30 años después de la contienda.
No tenemos la más mínima posibilidad de enfrentar con éxito ni a la Argentina ni al Brasil en una guerra potencial.
No hay manera y con esos países lo que hay que hacer es profundizar los acuerdos de cooperación y de negocios conjuntos.
Al único país al que podemos hacerle frente es a Bolivia y lo que ahí conviene hacer es agudizar la acción de inteligencia y de un modo similar generar acuerdos de cooperación.
La locura de Evo Morales no nos debe contagiar y sería bueno que los sectores que guían el pensamiento, manifiesten una dosis de prudencia y serenidad a la hora de exponer puntos de vista en este terreno.
Entrenamiento en serio
Estamos de acuerdo que las Fuerzas Armadas deben estar entrenadas. Enviemos a oficiales a las mejores escuelas de guerra del mundo.
Paguemos el mejor entrenamiento de pilotos y tengamos gente adiestrada en el exterior en el uso de nueva tecnología.
Que nuestros paracaidistas sepan lanzarse sin el riesgo de enredarse en las cuerdas como aconteció hace unos días. Tengamos la preparación en caso de necesitarla pero invirtamos en inteligencia y diplomacia.
Pensemos en el desarrollo que nos debemos a nosotros mismos teniendo presente que y demasiado atraso nos gestó en diversos pasajes de nuestra historia, el haber pensado en armamentismo y guerra.
¿O no aprendemos las lecciones de la historia?
Yo creo, Carlos, que la mayoría de los paraguayos creemos que es inutil pensar en armar al país; el único que está con la fiebre evomolalista y hugochavista es Fernando Lugo, quién, al parecer, quiere matar a todos los paraguayos. Con que nos mate de quebranto ya es suficiente y eficiente método de exterminio.
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