sábado, septiembre 19, 2009

"Nuevos Horizontes" para el derrape de la embajadora Liliana Ayalde y el Vicepresidente Franco

La decisión del gobierno paraguayo de rechazar la cooperación militar norteamericana vinculada al plan “Nuevos Horizontes” porque se trata de una decisión enmarcada en acuerdos regionales nos ubicaron ante dos actitudes que nos llamaron la atención: La de la embajadora norteamericana Liliana Ayalde que calificó de “lamentable” la decisión y la del Vicepresidente Franco que desconoce las avenencias establecidas entre los presidentes sudamericanos.

Supongamos que a raíz de los tornados que frecuentemente se registran en el Estado de Kansas, el Paraguay ofrece su ayuda para los damnificados; pero, porque así lo juzga razonable, el gobierno norteamericano resuelve rechazar la ayuda.
No nos queda más que aceptar la soberana decisión norteamericana y desearle éxitos a Obama.
A partir de ahí, si el embajador paraguayo en Washington declara en reunión de prensa que la decisión de rechazo es “lamentable” porque iba a contribuir a atenuar el dolor de mil kanseños (así sería el gentilicio de Kansas) y se muestra extrañado de que un gesto de solidaridad paraguaya sea rechazado..., ya está más allá de lo que corresponde.
Si yo a mi vecino le ofrezco ayuda y me dice que por ahora no, genial. Jamás le diría que es lamentable su actitud. Es libre y soberano de tomar o no lo que le ofrezco.
Convengamos que no cabe llamar la atención a Ayalde ni crear una crispación en torno a lo que dijo. Es más, ya pasó pero vale la pena recoger lo que dijo y que tal vez no se le permita el mismo pequeño desliz a otros embajadores. Tengámoslo en cuenta simplemente.

Lo de Franco es otro cantar
Con relación a lo que manifiesta el Vicepresidente Federico Franco, ese es otro cantar.
Si el Presidente Fernando Lugo se reúne con sus pares de la región y en ese contexto se analiza profundamente un plan que desaconseja aceptar ayuda militar de potencias foráneas, al menos al estilo de antes, el vicepresidente debería ser cuidadoso al exponer sus críticas porque corre el riesgo de quedar descolocado.
Hay que saber si Franco habla a título personal o como vocero del Estado. Deberíamos saber si habla con conocimiento de causa o simplemente expone su criterio a partir de su ignorancia de lo que se analiza en UNASUR.
Habría que establecer reglas comunicacionales de modo que cuando Franco hable sepamos si lo hace como portavoz del Poder Ejecutivo o como un simple opinólogo.
Su actuación no es seria y le cabe el apelativo que Ayalde usó, a nuestro juicio, indebidamente.

2 comentarios:

  1. Muy interesante observacion, se me habia pasado por alto.
    Usted es una persona muy inteligente, se nota que su cerebro va a mil por hora, hace años de acompaño. Saludos y felicitaciones.Marzha Navarro

    ResponderEliminar
  2. Gracias Marzha. Valoro el elogio tanto más por el talento de quien proviene.

    ResponderEliminar