lunes, septiembre 28, 2009

Si el sistema genera pobres en el campo y no los absorbe la economía hay que subvencionarlos



Si el 4% de los propietarios es dueño del 90% de las tierras rurales en Paraguay y la economía no genera puestos de trabajo a una velocidad capaz de absorber el número de excluidos en el campo por la concentración de tierras en pocas manos qué hacemos con los pobres que el sistema genera y que apuntan a miserables: El Estado los debe subvencionar dice Milda Rivarola.

Explica que fenómenos de este tipo se produjeron ya hace 200 años en Inglaterra; en Rusia poco antes de la Revolución Bolchevique y luego en gran parte del mundo menos China que sólo ahora incorpora capital y conceptos de propiedad privada en el campo.

Un logro de Allende en Chile
Comentó que uno de los logros de Allende en Chile fue romper la concentración de la tierra en pocas manos con la particularidad de que cuando le sucede Pinochet, no hizo nada por devolver tierras a los terratenientes y Chile se desarrolló por esa conversión de tierra ociosa en granjas hortícolas, frutícolas o vitícolas.
No se trata solo de romper inequidades, apunta Milda. La tierra que se acapara como mecanismo de mero status hace que haya un enorme capital parado.
Reconoce que el avance del capitalismo en el campo es imparable en todo el mundo y lo que el Estado puede hacer es tratar de paliar sus efectos sociales negativos (admite que hay efectos económicos positivos) y debe regular el fenómeno.

No queda otra
Como la economía paraguaya no genera mano de obra industrial por ejemplo con un dinamismo acorde con la expulsión de la mano de obra por expansión capitalista en el campo, la pregunta que inmediatamente aparece es qué hacemos con esa población que queda sin medio de vida.
Recurre a ejemplos que se han dado en Europa y expone que el Estado subvenciona a esa economía rural que deja de ser rentable, bajo el concepto de que en el campo está el núcleo de la identidad nacional, las tradiciones, el origen de la lengua, las raíces culturales. Es un patrimonio que hay que mantenerlo y que cuesta mantenerlo.
Para Milda quien expuso en la jornada “Dialogo y Consenso para el Desarrollo Económico y Social en Paraguay” organizada por la Fundación Feliciano Martínez con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer, el tema es más complejo que una cuestión de solidaridad o conmiseración porque la economía campesina por si sola desaparece frente al avance de la agricultura mecanizada y empresarial.
El concepto de subvención va más allá de un enfoque pragmático de si no les damos dinero a los pobres nos van a asaltar.
Para Milda Rivarola estamos ante un debate sobre identidad, sobre lo público, sobre que tan nación y colectivos queremos ser y sobre los modelos de economía y convivencia que queremos tener.

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