Los borrachos al volante han sido en su mayoría los “contribuyentes” de cien mil dólares que engrosaron los ingresos de la Policía Caminera paraguaya tan sólo en enero. La institución recaudó unos 500 millones de guaraníes en concepto de multas por infracciones a las normas de tránsito pero fundamentalmente por la detección de beodos en las carreteras y al mando de vehículos, entre ellos periodistas de medios importantes de Asunción.
Los fondos así obtenidos financiarán obras viales que de ese modo recibirán un impulso en el marco de plan anticrisis que encara el gobierno.
No es que la borrachera tiene un lado positivo al generar recursos para obras públicas como refacción de carreteras, puentes, etc., cuya ejecución vendrá a reducir el desempleo aunque muchos alcohólicos lo querrán presentar así sino que la nueva administración de la Policía Caminera ha endurecido los controles a raíz del aumento de los accidentes ruteros en nuestro país.
Además de los odres andantes o más frontalmente: ebrios, los motociclistas sin cascos y los vehículos sin la papelería exigida, son otros sectores que aportan a la causa anticrisis, en base a multas que están establecidas pero que los gobiernos anteriores no las aplicaban con el rigor debido, presuntamente en aras de “la paz social”.
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