Los cuatro ministros que se fueron que rindan cuentas de sus logros y fracasos a la ciudadanía

Llano , Vera Bejarano, Heisecke y Galeano Perrone

Blas Llano (ex ministro de Justicia y Trabajo), Candido Vera Bejarano (ex de Agricultura y Ganadería), Martín Heiseke (Industria y Comercio) y Horacio Galeano Perrone (Educación y Cultura) deben rendir un informe a la ciudadanía. Es un deber y un derecho para ellos y del mismo modo para la ciudadanía que los ha empleado y les pagó el salario.

La salida de los cuatro ministros del gabinete presidencial de una manera intempestiva el pasado 20 de abril no debería plantearse de un modo que se trata de un simple cambio de piezas o de herramientas.
Faltó un sentido de humanidad en los cambios pero además necesitamos saber qué aportaron a la República.
Los ciudadanos necesitamos conocer mejor por sus logros a quienes sirven al Estado y deberían tener la oportunidad de rendir cuentas. Ello porque mañana podrían volver a ser llamados o decidir presentar sus candidaturas a cargos públicos y es fundamental saber qué hicieron en los ocho meses que prestaron servicios públicos en este gobierno.

Debe ser la norma
Rendir cuentas debería ser una obligación. Es lo que nosotros decimos que Fernando Lugo debe hacer sobre su múltiple paternidad de perfiles poligámicos que lo presentan como un ser en quien hay que mirarlo de un modo diferente al que lo veníamos haciendo.
Heisecke, Vera Bejarano, Galeano Perrone y Llano no pueden simplemente retirar sus bártulos de los ministerios y marcharse sin dar un informe de lo que hicieron.
Por ellos y por nosotros los ciudadanos que convoquen a una reunión de prensa y nos digan qué hicieron y si deben advertirnos de algo que el gobierno no lo está haciendo que lo sepamos de ellos.
Es de ese modo que vamos a poder construir un país. No nos decepcionen a quienes queremos informarnos mejor de la cosa pública.

Queremos participar mejor y ello sólo es posible cuando los funcionarios informan, cuando el ciudadano evalúa y cuando se instala el debate esclarecedor.
Si los cuatro simplemente expusieron sus enojos y se fueron, eso no contribuye a los afanes de construcción de país ni de ciudadanía. No sirve y está mal.