viernes, abril 10, 2009

Si Fernando Lugo es padre de la criatura lo asumirá, es el gesto que de él esperamos



Si Fernando Lugo es el padre de la criatura de 2 años, hijo de Viviana Rosalith Carrillo Cañete, lo va a reconocer y asumir las responsabilidades de la paternidad. No tomen esto como una profecía sino que simplemente como la interpretación coherente de sus promesas electorales.
Habló de devolver su dignidad al pueblo, de accionar para que los hijos no vean a sus padres sólo en fotografías y asumió el compromiso de valorar a la mujer además de que encarar una acción para que al Paraguay se lo conozca por su honestidad.

Cuando exteriorizó estos pensamientos tres días antes de las elecciones generales que lo llevaron al poder, derramó lágrimas de emoción en señal de que exponía sus ideas de un modo serio y basado en sus más profundas convicciones.
Confiamos plenamente en que Fernando Lugo es fiel a sus convicciones de modo que todo lo demás viene sólo.
Por otro lado, decidió dedicarse a la meditación en estos días santos y la meditación del modo que nosotros creemos que él la practica, no puede producir resultados basados en la mentira y en la deshonestidad.
En conclusión, si es el padre de la criatura, lo va a admitir y va a asumir la realidad de la situación. Tiene que ser así porque esta conducta honesta y coherente es parte del cambio que prometió en el Paraguay.
De este modo, si no estaba cobrando su salario de Presidente de la República al que renunció, pues deberá hacerlo y prestar la pensión justa a favor de su propio hijo y de la madre para que lleven adelante una vida digna.
De ese modo tendrá además la autoridad moral para destituir al Ministro de Justicia y Trabajo Blas Llano, quien se resiste a asumir la paternidad de un hijo extramatrimonial valiéndose al parecer de galimatías diversas. Está claro que un hombre injusto, no puede ser Ministro de Justicia.
Por otro lado habrá que ir desmontando toda la parafernalia armada con el propósito de instalar en la mente de la ciudadanía que se está ante presuntas maniobras políticas que buscan desacreditar a Lugo. Que el asesor legal presidencial Emilio Camacho haga su meditación y que pise tierra firme.
No es tiempo de engañifas. Que quede claro y nos dejemos de embromar con jugadas apropiadas para los colorados corruptos y no para estas nuevas instancias de honestidad que el propio Lugo quiere instalar para el país, de cara al futuro.
Si Lugo tiene dudas sobre su paternidad, tiene todo el derecho de recurrir a la prueba de ADN pero es momento de abandonar el manoseo de personas, fundamentalmente la mujer madre y el niño que tiene derecho a que se lo proteja en su dignidad y que nadie le señale con el dedo.
Exponemos estos puntos de vista en el caso de comprobarse la paternidad de Lugo. Lo demás es puro habladurías pero que Lugo asuma lo que debe asumir y punto.
Si no es el padre, es fácil de aclararlo. Que se actúe rapido por el bien del Presidente, la mujer y el hijo y ocupemonos de cosas trascendentes para la República.
Así de simple.


AGREGADO DEL LUNES 13 DE ABRIL
LUGO: PAPÁ CORAZÓN

"Ante mi pueblo, aquí y ahora, ante mi conciencia y en homenaje a toda la gente que ha depositado su confianza en mi, manifiesto con la más absoluta honestidad, transparencia y el sentido al deber... es cierto que hubo una relación con Viviana Carrilllo, ante ello asumo todas las responsabilidades que pudieran derivar de tal hecho reconociendo la paternidad del niño".

Con estas palabras, Fernando Lugo dió por acabada toda discusión sobre el tema que desvió la atención pública y dijo que al asumir su responsabilidad ya no volverá a hablar del tema. Se cumplió así exactamente lo que nosotros vaticinamos que ocurriría, en este mismo artículo, y reiteramos lo que ya dijimos sobre el final del mismo. Aclarada la situación, asumida la resonsabilidad, ahora ocupemonos de cosas trascendentes para la República.


4 comentarios:

  1. Lamentable!!!! Que decepción, Que asco!!!

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  2. Hay que desdramatizar el tema. No tomarlo como el acabose. Quien más quien menos hemos sido sometidos a tentaciones y quien más quien menos hemos caído ante ellas.
    Lo trascendente está en asumir las consecuencias. Lo que debemos esperar es que Fernando Lugo actúe como mandan los cánones del cambio prometido. Vale decir, con responsabilidad, con honestidad.
    Si actúa así, habrá dado un paso gigantesco, aleccionador y plausible.
    El que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

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  4. Lo bueno será extraer una lección positiva de la decisión de Fernando Lugo, no se su gesto que también es mezquino porque debió ser presionado por una demanda de filiación para reconocer al hijo.
    La lección sería que todos aquellos hijos "sin padre" sean reconocidos y que los hombres sepamos lo que hacemos, antes de hacerlo y tomemos precauciones para evitar traer al mundo niños que serán desatendidos, abandonados, ignorados.

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