domingo, abril 19, 2009

Más humo negro: Cuando deshacernos de la basura implica deshacernos de la atmósfera



Una densa humareda negra cruzaba nuevamente el cielo sobre mi casa y como parecía provenir de una fuente cercana, salí a ver qué pasaba y no caminé más de 300 metros para descubrir que se trataba de una fogata prendida para “resolver” el problema de la basura y vale la pena entender esto.
Todavía resolvemos el problema de la basura con una cerilla. Esto es así porque no funciona bien el servicio de recolección y porque la población que viene del interior del país no tiene otra manera de desembarazarse de los desperdicios que no sea por la vía del fuego.
Y trae esa costumbre al medio urbano. Cuando la gente ve fuego en el vecindario actúa como en los días de lluvia en que aprovecha el torrente para descargar su basura. Sólo que en este caso no hay torrentes sino llamas que igualmente devoran la basura que se va sumando a medida que van llegando vecinos con sus tachos de basura.
La gente no percibe que en tiempos de sequía como el actual, la atmósfera está exhausta.

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