Monseñor Claudio Giménez sugirió a Fernando Lugo que se case con una de las madres de sus hijos. Entendemos que es bienintencionada la recomendación del prelado y apunta a que el Presidente de la República se estabilice con un vínculo constante dentro del cual brinde sus mejores afanes y se comporte como un esposo apaciguado y muy de su casa
Sin embargo, el riesgo de que nuevamente viole sus votos de fidelidad y lo que Dios ha unido, nuevamente Lugo lo separe, ubica al Jefe de Estado ante una decisión extremadamente delicada que no toma en consideración la perspectiva de un nuevo papelón con un alto costo para la República.
Hay que tener en cuenta además que aparentemente en materia de amor, Lugo está todavía en la búsqueda del cariño verdadero, esa pasión diferente que tenga las condiciones de inspirarlo con entusiasmo y ardor capaz de equilibrar sus arrebatos de júbilo amoroso y bloquear la dispersión de su -hasta ahora- irrefrenable frenesí erótico.
Lo decimos claramente que esto es una mera especulación pero hay muchos elementos de juicio que nos permiten trazar con un perfil bastante consistente el pensamiento de que Fernando Lugo no ha encontrado a la mujer de su vida, la mujer que le de el sosiego que desesperadamente busca y que se erija en su cable a tierra. Una mujer que lo contenga y que sea el hombro tranquilizaor y compañero en el que descanse la cabeza presidencial en sus horas de inmensa ansiedad.
Riesgo de una abalancha de potenciales primeras damas
Lo que tampoco Monseñor Giménez midió es que al formular una recomendación de matrimonio para Lugo ha soltado las amarras de las imprevisibles expectativas femeninas.
Cuántas féminas soñarán con una oportunidad de esas y en su afán de despertar las miradas presidenciales podrían seguir estimulando la energía creadora y sobre todo procreadora del ex obispo.
Ojo. La democracia paraguaya en pañales, no acepta un hijo más del Presidente, a menos que sea dentro de un matrimonio.
Claro está, dentro del matrimonio de Fernando Lugo en caso de que concrete. Que no se malinterpreten nuestras expresiones.
AGREGADO:
Viviana Carrillo Cañete acaba de declarar ante el Ministerio Público luego de que la senadora colorada, Lilian Samaniego, haya pedido que se investigue al presidente Fernando Lugo por estupro. Manifestó ante la fiscala Nancy Salomón que la relación íntima con el gobernante comenzó a los 23 años y no cuando era menor de edad.
Fernando Lugo salva así un exámen importante porque ya sus adversarios políticos lo habían acusaso de "pederasta".
Viviana es la madre del único hijo reconocido oficialmente por Lugo hasta ahora, Guillermo Armindo Lugo, de casi 2 años.
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