Subsidiar a los pescadores en períodos de veda en los rios nacionales e internacionales porque es tiempo en que los cardúmenes suben a desobar, es una inmoralidad que debe suspenderse. No es lo mismo la Transferencia Monetaria Condicionada al indigente que tiene hambre que subsidiarle la comida al pescador que ya sabe con un año de anticipación que vendrá el tiempo de suspensión de la pesca y nada hace para tomar precauciones sino que espera sentado que el Estado le de de comer.
Los pescadores están organizados en gremios y tienen todas las condiciones para construir tajamares o incluso criar peces en el mismismo río Paraguay a fin de encarar un negocio de gran futuro y mejorar sus condiciones económicas.
De acuerdo con estudios de la FAO, la producción de peces criados en estanques orilla las 3 mil toneladas anuales en Paraguay y aún así la demanda de carne de pescado está insatisfecha.
Con semejante panorama no es correcto que el Gobierno fomente la haraganería de los pescadores sino que es fundamental estimular su visión empresarial y productiva.
Las principales especies cultivables de peces son la tilapia del Nilo (Oreochromis niloticus), carpa (Cyprinus carpio), el pacú (Piaractus mesopotamicus), boga (Leporinus spp), y langostino de río (Macrobrachium rosenbergii).
Cerrarán el río
Es lamentable la imagen que los pescadores proyectan cuando piden dinero para no trabajar y penoso el mensaje que con ello se envía a los demás sectores de la población.
Es absolutamente diferente la situación de los pescadores con relación a la de los campesinos indigentes que no tienen donde plantar una semilla y que mientras políticamente se discute la reforma agraria, necesitan recibir el subsidio alimentario.
Que la ayuda del Estado sea para que se capaciten en acuicultura y producción de peces en estanques, pero dar pescado a los pescadores es una estafa con bofetada incluida, al resto de los ciudadanos.
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