El amor en tiempos de crimen

Se que entramos a un terreno de la siquiatría que no nos pertenece pero suficientes hechos acontecieron en los últimos meses tanto en el exterior como en Paraguay para preguntarnos hasta qué punto el amor impulsa a las mujeres a callar los crímenes de sus esposos o novios. Visto de otro modo, de qué modo un sentimiento tan puro es capaz de ser manipulado para proteger sentimientos tan impuros.

Rodrigo Vera planeó y ejecutó secuestro de Juan Ortiz que concluyó con el asesinato del segundo. Probablemente su novia de 20 años Jennifer Rocío Roa lo sabía pero calló y si es hallada culpable pagará las consecuencias de su silencio.
Para ese acto criminal, Rodrígo fue ayudado por Marcos Emilio Lezcano Talavera, alias “Ka’i” quien habría invitado a su novia María Eliza Medina a mantenerse al margen del operativo criminal.
Sin embargo, ella, sustentada en la fortaleza de su amor decidió acompañarlo y aunque no planeó ni ejecutó nada, estuvo ahí y ahora está imputada por complicidad.
Josef Fritz, “el monstruo de Amstetten, pasará el resto de su vida en la cárcel por secuestrar y violar a su hija durante 24 años y darle 6 hijos. Su esposa Rosmarie ¿también se vio arrastrada por la vorágine del amor cuando cerró los ojos a tan horrible conducta de su esposo?
Estados Unidos vive conmocionado desde que hace unos días se descubriera el macabro secuestro y violación durante 18 años por parte de Philip Garrido a la niña de 11 años Jaycee Lee Dugard que hoy tiene 29 años y dos hijas de Garrido.
Durante todo ese tiempo, nada menos que 18 años, la esposa de Garrido, Nancy, calló por amor el acto imperdonable de su esposo y se expone a enfrentar un duro castigo.

¿Que podemos hacer?
Probablemente ninguna de las mujeres que citamos aquí, tiene el perfil de criminal capaz de cometer actos diabólicos pero serán juzgadas por su silencio criminal ¿Qué ha pasado realmente?
Sólo tenemos interrogantes ante estos hechos pero hay que esperar que los siquiatras nos den señales claras de lo que acontece en la mente de las mujeres enamoradas en circunstancias como las que hemos expuesto.
Es fundamental entender esos fenómenos para que en el seno familiar los padres y en el plano académico, los maestros, puedan “oxigenar” la mente de los jóvenes y ayudarlos a asumir actitudes racionales si llegan a protagonizar circunstancias complejas.
No lograremos eliminar los actos criminales pero al menos, ayudaremos a que mucha gente inocente y de bondad indiscutible, evite caer en trampas que les pueden anular la existencia.