Los buses venían vacíos esta mañana a la hora en que normalmente están repletos con gente que acude al trabajo. Si observamos que en promedio había un 20% menos de pasajeros y extrapolamos a la concurrencia laboral, no nos equivocaremos mucho si situamos el ausentismo trabajador en ese nivel.
La caída de la productividad laboral es un fenómeno indiscutido en todos los países cuyas selecciones están en Sudáfrica y el fenómeno seguirá aún cuando algunas selecciones nacionales sean eliminadas.
Eso ocurrirá porque hay un enganche intenso del público que aunque ya no esté su selección seguirá vinculada emocionalmente a alguna otra selección que le entusiasma.
Wall Street Journal hace un vaticinio sobre el tema y se refiere al decreto de Fernando Lugo del lunes pasado.
Sostiene que la afición norteamericana está tomando costumbres de países futboleros y deja de concurrir al trabajo para ver los partidos de su selección.
Digamos que se trata de una paraguayización del aficionado norteamericano.
Hoy todos somos buenos y adorables
Hoy los diarios paraguayos no acusan, no debaten, son una manifestación de la misericordia de Dios y de hermandad por el ejercicio irrestricto del amor al prójimo.
Los políticos se quieren y se abrazan. Piensan en leyes para el desarrollo inclusivo de la sociedad y establecieron una tregua en sus ataques en pos de alcanzar el poder.
El fútbol cambia a la gente pero ni queremos imaginarnos cual será el estado de ánimo si no se dan los resultados esperados.
El 99,98% confía en el equipo frente a Nueva Zelanda y que Sudáfrica aún nos deberá aguantar por muchos días.
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