El silencio del Presidente Lugo ante la andanada de críticas de colorados y liberales

¿Ejercicio de masoquismo?, ¿No tener como defenderse? ¿un acto e soberbia?, o ¿a palabras necias, oídos sordos? Estuve presente en algunas de las exposiciones que Fernando Lugo y su equipo hicieron de la idea de reformar estructuralmente el Poder Ejecutivo y fui público de las acusaciones, críticas y filípicas que el Jefe de Estado recibió.

Algunas de ellas absolutamente infundadas e incluso descabelladas pero quiero ocuparme más que nada del silencio con el que Lugo ha respondido a todo.
En realidad para ser exactos, una sola respuesta recuerdo haber escuchado. Cuando Lilian Samaniego del Partido Colorado le hablo de persecuciones de sus correligionarios en la administración pública, Lugo le dijo que él maneja la información de que ningún colorado fue destituído por ser colorado.
Luego, dejaba flotando la posibilidad de que si hubo destitución fue por mal desempeño o corrupción.

Por qué no te callas
Después, el silencio. Como si el Rey de España lo llamara por teléfono y le espetara la frase “por qué no te callas” que le plantó a Hugo Chavez en una cúmbre hemisférica.
Hay un principio que sugiere que si no tienes nada interesante que decir, mejor cállate o si una respuesta puede encender la llama de la discordia, hay que saber callar.
Fueron los colorados y los liberales los que más reprimendas hicieron. La reunión en UNACE fue tan decente y seria como una reunión del episcopado. Ni un sólo reproche en la reunión.

Mira quien habla
Y ocurre que hay aspectos que merecen respuestas. ¿Cómo el Partido Colorado va a venir a dictar cátedras contra presuntas persecuciones a funcionarios y va a hablar de principios morales si gobernó en base a persecuciones y la corrupción con la que se manejó empobreció a la nación?
En el Partido Liberal Radical Auténtico, el senador Alfredo Jaeggli cuestionó a Lugo por incorporar en dos años más de 50 mil funcionarios.
Jaeggli es el sponsor oficial de los pensionistas graciables, miles de hombres y mujeres que por recibir la bendición del senador, perciben dinero del erario público.
Claro que había por lo menos un par de respuestas para el senador liberal pero Lugo prefirió el silencio.
Es una provocación. El silencio es una provocación. Los colorados y liberales pueden interpretar que Lugo los dejó hablando solos, no los escuchó, estando ahí presente.
Pero, el silencio es también una manera de comunicar estratégicamente porque conlleva aquello de que una crítica que se recibe, no merece respuesta porque encumbraría al crítico.
Lo que habría que saber es qué piensa Lugo.
Un sabio muy criticado dijo una vez: “Si supieran lo que pienso de ellos, me criticarían más duramente aún”.
¿Será así?