¿En qué nos encaminamos a ser potencia mundial? En producción y exportación de carne vacuna a partir de genética de primer nivel, en producción y exportación de soja. Hasta podría decirse que en ambos rubros ya lo logramos ¿En fútbol?, vamos por buen camino. Mañana se cruza Italia en el sendero y si ganamos habremos dado un paso trascendental. Frente está el vigente campeón mundial.
El equipo paraguayo es claramente el más sólido de cuantos hayamos presentado en un mundial. Hay un equilibrio entre el arco hasta el último delantero.
Buen nivel individual pero fundamentalmente trabajo en equipo y lo que estamos percibiendo por la declaración de los jugadores: convicción en el potencial. Autoconfianza.
En las eliminatorias el equipo le ganó a Argentina, a Brasil y si mañana gana a Italia, sería la confirmación de que el plantel está para dejar atrás ese provincianismo que muchas veces a pesar de tener buen equipo, nos dejó atrás porque faltó entereza, el saberse ganador y el confiar en las propias fuerzas.
La mediterraneidad geográfica instaló en nuestras mentes ese apocamiento que nos frenó muchas veces pero, fue el arquero Chilavert el que inició un nuevo camino de creer en la victoria y allá vamos.
Y no se trata simplemente de fútbol. La sociedad paraguaya está necesitada de ese espíritu ganador y de buena onda, pero no de buena onda pasajera y coyuntural.
El fútbol puede darnos ese empujón anímico que nos hace falta y está claro que cada uno de todos pondrá mañana su cuota espiritual para hacer fuerzas y salir airosos.
Que bien nos vendrá!!
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