lunes, octubre 02, 2006

Telenovelas exitosas marcan el fracaso del liderazgo de muchas mujeres rurales

El título del artículo puede sonar machista pero como me toca viajar al interior, me he percatado de que estamos ante un drama nacional que muy pocos están tomando en serio. Mujeres talentosas y las verdaderas líderes del empeño y el desarrollo de la vida familiar sucumben ante un tsunami de emocionalismos superfluos, artificiales que las convierten en víctimas de pasiones ajenas e inexistentes porque sufren a la par de estrellitas que derraman más lágrimas de la que cualquier ser humano pueda derramar sin morir deshidratado y abandonan sus labores domésticas y productivas.

“Esa familia no va a salir adelante si sigue así. Ña Pastora desde la siesta deja de hacer cosas para ver telenovelas hasta que debe ir a dormir. Ni tiene tiempo para cocinar para sus hijos” dice doña Martina mientras hacemos un trabajo en una zona de Colonia Repatriación. Pero comentó más: “la otra vez fui a visitarla para ver cómo andaba y la encontré llorando. Me preocupé de entrada pero luego me contó riéndose que de tonta nomás lloraba viendo telenovelas”.
Lanzó un comentario que me dejó pensando: “Ella llora por la telenovela pero sus hijos lloran de hambre, si no les prepara nada”. El tema es que termina el noticiero del mediodía y arranca una serie enganchada de culebrones que se interrumpe para el noticiero nocturno y luego suma y sigue.
Aunque existen avances en el frente de las producciones nacionales, la mayoría de los canales televisivos recurre al facilismo de los programas enlatados, sobre todo para los horarios vespertinos con programas en los que se plantean sufrientes historias de seres que se aferran a amores imposibles o de seres muy amados que huyen de sus amores, generalmente sin causa justificada.

Una plaga
“La peor plaga que nos pudo haber atacado es la telenovela” aporta don Anselmo, esposo de doña Martina y comenta que cada vez hay menos gente en las reuniones de padres de la escuela de la zona porque eran las mujeres las que iban a ocuparse y preocuparse de la marcha académica de sus hijos. El problema es que el horario de reuniones, coincide con el de historias que "desangran el corazón" de las televidentes.
En muchas casas, la cría de chanchos, aves de corral la calidad de la chacra, se ha deteriorado de la mano de dolientes telenovelas. Ellas representan un vicio que emboba a multitudes de mujeres, otrora valientes y hacendosas. Tal vez haya que sugerir a Televisa y otras grandes productoras de series melodramáticas que incorporen mensajes promotores de valores como lo está haciendo O Globo.
De lo contrario es tarea harto difícil la de organizaciones de la sociedad civil que se esfuerzan en la cualificación de la gestión de la mujer rural. Entre ellas, por ejemplo, las damas mennonitas de la colonias Volendam y Friesland que encuentran en la televisión una competencia desleal a sus clases de cocina y nutrición, de producción de jabones y detergentes y sus clases de educación sanitaria.

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4 comentarios:

  1. Si. Muy machista tu comentario. La familia quiere que la mujer esté las 24 horas en servicio como mucama, cocinera, lavandera, planchadora. El trabajo de la casa nunca termina. La mujer tiene derecho de ver dos novelas al día. Y ustedes los hombres cuando miran futbol que nadie les moleste. Una novela dura una hora, el futbol dura dos horas, mas los comentarios tres horas más las repeticiones del día siguiente. Por favor!!!

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  2. Toda una tarde de telenovelas no es bueno ni en el campo ni en la ciudad. El futbol es una cuestión de los domingos o de entre semana a la noche.Además no lloramos con el futbol aunque a veces nuestro equipo "no camina". El futbol nos alegra para ser mejores compañeros de nuestras esposas.

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  3. Bueno, yo tengo sentimiento encontrados al respecto. Siento que la television no es buena para nada, y que los programas tanto de futbol como de novelas, son una cuestion prescindible. El problema esta en nosotros, lo solo con las novelas, bebemos en exceso, lo que bebemos, pasamos horas frente al televisor (una cosa es ver dos novelas, y otra pasar tooodo el dia pegado frente al tv). Esta bien todo, pero con limites que deben ser autoimpuestos. Recuerdo que visitaba a mi abuela, para ver como estaba, platicar, le llevaba panqueques para platicar mientras el cafe. Pero desisti porque solo platicaba conmigo durante los comerciales de sus novelas, que duraban de 2 pm, a 10:30pm, un horario amplio, que estoy seguro no le conviene a nadie.

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  4. Las novelas son una plaga, enajenan el potencial de cualquier ser humano, especialmente aquellas con argumento pobre. Pero no sólo las novelas, cualquier tipo de obsesión lo hace. Leí más arriba que compararon el fútbol con las novelas, y el fútbol tanto como las novelas 'rosas' son un espectáculo, una evasión momentánea de la rutina de la realidad, y nada más, quienes se obsesionan con el fútbol se pelean en las canchas y arruinan todo. Hay que darle a todo la importancia que se merece y no más.

    Volviendo a lo de las novelas, pienso que este negocio crece pues la gente necesita urgentemente distraer su mente, con lo que sea. Lástima que las elecciones que muchos toman no siempre traen consigo algún tipo de retroalimentación positiva, sólo más melodrama barato para dar sentido a una vida que a lo mejor a su dueña/o no le gusta.

    Mi recomendación, eligan ver series que hagan a su mente pensar y no nadar en lacrimógenas emociones que no son suyas (ni siquiera de los actores que las protagonizan!).-

    Saludos y me gustó mucho el blog. (:

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