Es tradicional que consuma garbanzos en Semana Santa y este año no fue la excepción. Ayer compré garbanzos de la Sucursal 3 del S6 que está sobre la Avenida Mariscal López, esquina Acaray, en la frontera entre Fernando de La Mora y San Lorenzo. No voy a aburrirles con mi dieta cristiana de cuaresma pero lo que no voy a callar es que me vendieron la leguminosa con un interesante contenido de piedritas y pagué por los pedregullos también, 19.476 guaraníes que equivalen a 3,35 dólares.
No es que me embromaron a mi. Soy un consumidor más y otros como en mi caso, ya habrán estado jugados con el almuerzo como para embolsar de nuevo el producto sujeto de los preparativos culinarios y llevarlos otra vez al Súper a pedir que nos reembolsen el dinero o nos vendan un producto como la gente.
No creo que sea política de la cadena de supermercados, recurrir a sobrepesos de ese tipo para obtener pingües ganancias pero si creo que es un descuido lamentable que debe ser corregido. Es más, no dudo que si voy con la bolsa a mostrarles el problema van a atenderme como desearía pero ingresé a la web de la cadena de supermercados que opera bajo el lema “Lo bueno por mucho menos”, http://www.superseis.com.py/.
Ahí fui a la sección: “Envíanos tu queja o sugerencia”: donde luego de identificarme y poner mi dirección electrónica dejé la siguiente queja y sugerencia:
“Soy cliente del S6 Fernando de la Mora. Hoy compré garbanzos por valor de 19.476 guaraníes (factura nº172615)con un contenido de pedregullos. Los cantos rodados de entre 0,7 y 1 centímetro de diámetro, los descubrí ya cuando las leguminosas estaban en proceso de limpieza al agua y no íbamos a atrasar el almuerzo, desecando los granos a fin de reembolsarlos y llevarlos para su devolución. Ya he deglutido el alimento, luego de desechar el material pétreo pero, vengo a recomendarles que sus operarios sean más metódicos y esmerados, cuidando la salud y la economía de los clientes del H6 Fernando de la Mora. Que así sea”.
Malos consumidores
Me incluyo. Los paraguayos somos generalmente malos consumidores. Con nuestro estoicismo propiciamos que nos vendan gato por liebre. Felizmente como cada día debemos cuidar la inversión de cada centavo, estamos ajustando sin embargo nuestras exigencias y tenemos que ser conscientes de que si somos consumidores más exigentes, también contribuimos al mejoramiento de la calidad de productos y servicios.
De ese modo, somos mejores ciudadanos y también podemos exigir mejor gobierno porque al final somos consumidores de malas políticas de gobierno y de malas gestiones parlamentarias y pésimas administraciones de justicia.
Si fuéramos exigentes y embolsáramos de nuevo las gestiones de políticos para devolverlas a sus proveedores, ayudaríamos a mejorar la nación. De algún modo es lo que hicimos el pasado 29 de marzo en la plaza ¿no?
Lea el artículo completo.
Esto definitivamente tiene mucha importancia para un abogado defensa del consumidor que ejerce. Gracias por compartir
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