Carrizosa y LugoEl concepto insuficiente de democracia, basado en el derecho al voto, planteado en el “Pacto Democrático” propuesto por el Presidente del Congreso Miguel Carrizosa llevó al presidente de la República Fernando Lugo a demorar por ahora su firma del acuerdo. Lugo envió una carta a Carrizosa en la que le señala que el voto es el principio y no el fin de la democracia y le propone ampliar y profundizar el concepto en beneficio de la nación. Al rechazarse esa profundización, prefirió demorar la suscripción del Pacto.
Carta del Presidente Lugo "al Presidente del Congreso Miguel Carrizosa y al Pueblo Paraguayo":
Me han pedido mi compromiso Democrático. Y voy a expresarlo acompañado con los miembros de mi gobierno que tiene la legitimidad del apoyo del pueblo paraguayo.
El Poder Ejecutivo esta claramente identificado con el propósito de construir un acuerdo democrático que suponga la firma de un documento de consenso, pero con la misma sinceridad y transparencia planteamos que el contenido del documento propuesto no condice con nuestra mirada esencial del concepto democrático que no se debe basar solamente en la representatividad como medio y fin sino en el ideal de la participación de la ciudadanía como protagonista y beneficiaria de un compromiso democrático, tal como lo manifestamos en la redacción propuesta por el poder Ejecutivo y remitida en los últimos días.
Diferencias conceptuales y de fondo hacen que hoy replanteemos este propósito anteponiendo prioritariamente el debate del contenido de la democracia que queremos y la participación ciudadana en la formulación de dichos contenidos; de cara al pueblo y con estricta obediencia al mandato del 20 de Abril.
Tengo orgullo de las credenciales democráticas en los largos años de dictadura militar, y hoy me acompañan en el gobierno muchos de los protagonistas de esas luchas. Otros que hoy podrían estar en mi gobierno yacen sus huesos en los fondos de la guardia de seguridad. Rindo honores por ellos. Pero cuando hablamos de democracia, firmamos todos; ciudadanos, autoridades, partidos políticos, movimientos sociales.
Ese es el perfil plural y participativo que produce el nacimiento y la proyección de la Alianza Patriótica para el Cambio. La Democracia representativa, participativa y pluralista es un principio constitucional.
Es absolutamente cierto que el artículo tres de la constitución Nacional dice que “el pueblo ejerce el poder público por medio del voto”, pero no podemos olvidar que el artículo dos dice que “el pueblo es quien ejerce la soberanía”. El voto no es el fin de la Democracia; es el principio.
La Democracia establece la Participación ciudadana en todo el ciclo de las políticas públicas y no solo en la elección de sus autoridades. Esa es la Democracia de calidad que queremos. No me preocupan las diferencias ideológicas o políticas. Me preocupa que estemos unidos para construir la prosperidad y la igualdad. Que nadie obstaculice el propósito de generar condiciones para hacer realidad el pan de cada día. Que ningún interés este por encima de esta injusticia moral y humana.
Por encima de todo, ratifico con firmeza mi compromiso de respetar el pluralismo político e ideológico. Todo indicaba que América Latina había dejado definitivamente para la historia los golpes de estado y los cuartelazos, cuando apenas en junio pasado, un golpe de estado en Honduras sacudió al continente, alertando a los demócratas sobre la necesidad de mantenerse vigilantes y atentos, por lo tanto rechazamos cualquier método violento que altere la construcción de la Democracia.
La Constitución Nacional y este gobierno garantizan la independencia y el ejercicio de los tres Poderes. Vamos a tener diferencias, y las vamos a discutir y resolver por el bien del pueblo paraguayo.
VAMOS A HACER REALIDAD LA DEMOCRACIA.
Este compromiso asumido ante el pueblo se reafirma no solo con discursos sino con acciones de inclusión social y participación ciudadana. En estos veinte años nos hicieron creer que la Democracia no sirve, que la libertad no nos lleva al bienestar. Mi compromiso es hacer que la Democracia SIRVA, que haya pan, trabajo y libertad.
Así concluye la carta.
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