Parlamento moroso patea contra la olla y ralentiza la aprobación de millonarios recursos “anticrisis”

Nosotros entendemos la angustia del Ministro de Hacienda Dionisio Borda, por la demora del Congreso Nacional en aprobar donaciones y créditos que serán destinados a la inversión pública “anticrisis”. Nosotros también somos víctimas de la crisis y cuando con ansiedad esperamos la reactivación económica, notamos que los parlamentarios, privilegiados por jugosas dietas y gastos de representación, no tienen el compromiso de pensar en la ciudadanía.

Podemos entender a los congresistas que disfrutan – trabajen o se paseen, produzcan o no- de multimillonarios ingresos y que entonces no tengan preocupaciones urgentes para tratar planes orientados a mejorar las expectativas socioeconómicas de la población. Ellos viven en la abundancia.
Entre varios créditos y donaciones que deben aprobarse en el congreso, en estos momentos se demora uno de 100 millones de dólares.
Los diputados dicen que ellos van a decidir cómo se va a invertir el dinero con lo cual se arrogan la función del ministro de Hacienda quien es el que sabe porque tiene todo el panorama de la economía nacional en su cartera.
En el contexto del comportamiento del Parlamento, nos llama mucho la atención que haya celeridad a la hora de aprobar proyectos que aumentan el gasto público y una sospechosa lentitud a la hora de aprobar proyectos que incorporan recursos al Estado o dicho de otra manera, planes que aumentan la capacidad de inversión del Estado.

Tendremos que sumarnos a la marcha campesina
Si los parlamentarios dicen ser legítimos representantes del pueblo, con ese comportamiento yo no me siento representado genuinamente.
Estamos pendientes de la reactivación económica y allí hay congresistas disfrutando de chipitas y cafecitos demorando iniciativas positivas para la República, mientras los “legítimos representantes del pueblo” engordan debatiendo sobre bueyes perdidos.

AGREGADOS

La Cámara de Diputados dió la razón al Ministro de Hacienda y acaba de aprobar un crédito anticrisis de 100 millones de dólares.


La Cámara de Senadores se suma y aprueba un crédito de unos 50 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una donación de unos 9 millones de dólares del Japón y otros 1.350.000 dólares no reembolsables del BID