sábado, agosto 15, 2009

Pese a todo, este primer año de gobierno de Fernando Lugo fue positivo y valió la pena




A pesar de los problemas, las trabas, los errores, consideramos que el primer año de gobierno de Lugo mereció la pena ser vivido. Quienes hoy se hacen los tarzanes y lanzan un grito de guerra diciendo que sólo hay razones para las decepciones, pierden de vista que hay que lidiar con un aparato estatal cargado de la podredumbre colorada de 60 años y que aún está “tomado” por una multitud de funcionarios con mentalidad zoquetera.

Dejar atrás todo lo que eso implica, lleva más de un año.
Nosotros somos críticos del Presidente Lugo porque entendemos que también de ese modo contribuimos a que entienda la percepción de un sector de la ciudadanía pero debemos agradecer que hasta en sus problemas de paternidad y otros de índole familiar ha sido transparente.
Hasta a sus chapuzones en piletas privadas comiendo empanaditas y sus desavenencias con hermanos y sobrinos hemos tenido acceso y hay que ver el lado positivo de todo ello. Hasta de eso estamos informados.
Que hemos avanzado más lentamente de lo esperado, claro que si pero si miramos el estancamiento al que nos condenó el “coloradismo eterno” hay razones para alegrarnos.

Es cierto pero...
Hasta los ministros han puesto sus cargos a disposición del Presidente y eso se ha interpretado como algo natural y constructivo. Díganme si eso no es todo un avance.
Que hay todavía policías bandidos en la Policía Nacional y estafadores en la función pública. Claro que si pero indiscutiblemente se notan avances que si bien colisionan contra una cultura “latro-cínica” muy profundamente arraigada, van en el camino correcto.

Evitó que el monstruo simplemente cambiara de color
No es fácil la gestión en un gobierno en el que el Vicepresidente asume actitudes críticas y el Partido Liberal Radical Auténtico ha manifestado un hambre desesperante de cargos y más cargos públicos para sus correligionarios.
Todo eso ha tenido que soportar Fernando Lugo a veces con estoicismo para evitar que el monstruo del clientelismo político simplemente cambiara de color.
Con su fortaleza para soportar la presión clientelista del PLRA “porque aportamos el 80% de los votos con que ganó Lugo y merecemos espacios en la función pública acordes con ese 80%” ha defendido una causa que es favorable a la nación.
Nadie mide la trascendencia de esa actitud de Lugo a la hora de evaluar su gestión y sin embargo cuán trascendente ha sido para la salud moral del país.
No se ha eliminado del todo la corrupción. Es cierto pero justamente lo que dijimos al principio: quienes pensaron que en un año eso se resolvía no pisaban tierra firme.

Poner de nuestra parte...
El proceso de limpieza, si bien depende de la cúpula, debe ser acompañado por todos nosotros y esa debe ser la actitud.
Nosotros juzgamos la pureza de intenciones de Fernando Lugo que antes no existía porque los gobernantes ya venían con el propósito de robar.
Seamos conscientes de que ni Lino Oviedo ni Blanca Ovelar, lo hubieran hecho mejor porque hubieran condenado al país a un continuismo destructivo.
Vamos a seguir criticando y para adelante, le tomamos la palabra a Fernando Lugo: "No hay excusas" para no avanzar más aceleradamente.

Pero, pese a todo, este primer año de gobierno, valió la pena.

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