domingo, agosto 23, 2009

El “enriquecimiento lícito” que Lino Oviedo reclama: La política ejercida de un modo desvergonzado

Lino Oviedo con mentalidad ganadora.
El camino más corto para el enriquecimiento lo pavimenta la política. Hay pruebas clara de que ello es así y sin ir más lejos los Kirchner en la Argentina se han vuelto potentados a partir de negocios que lograron catapultar desde que llegaron al poder. Pero lo que reclama el ex general paraguayo Lino Oviedo, enjuiciado por golpista y hechos criminales es bastante llamativo. Pide 20 millones de dólares (G. 100 mil millones) de resarcimiento al Estado paraguayo por daño a su figura, impedimento del ejercicio de la política y lucro cesante ¿Cuánto lucro genera la política?

Manejando números gruesos y a partir de lo que solicita, digamos que en diez años dejó de lucrar un promedio de 833 millones de guaraníes mensuales (U$ 166.000).
Si consideramos que el 60% de lo que reclama es por daño a su figura a raíz de los juicios y condenas, el lucro cesante correspondiente al 40% de lo que reclama, representa 333 millones de guaraníes mensuales (U$ 66.000).

¿Cómo se enriquecen los políticos?
Cuestiona que no pudo dedicarse a la política ¿Pudo haberle generado la política tanto dinero equiparable al monto que el ex general exige? La Justicia rechazó el pedido pero ha vuelto a insistir.
Valdría la pena que los abogados del ex general golpista cuenten a la ciudadanía de qué modo hubiera ganado esa suma, fundamentalmente dedicándose a la política y en el mejor de los casos, siendo Presidente de la República durante 5 años que es lo que manda la Constitución.
Un Presidente gana en el mejor de los casos alrededor de 30 millones de guaraníes aunque tiene acceso a gastos reservados sobre los que no está obligado a dar muchas explicaciones y que están en el orden de los 4 mil millones de guaraníes anuales.
¿Será que el cálculo se basa en el saqueo de dichos gastos reservados?, vaya uno a saber pero lo que reclama Lino Oviedo al Estado paraguayo debería avergonzarlo no sólo a él y sus abogados sino que a toda la clase política paraguaya.

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