Fútbol: No hooliganizar el partido Uruguay vs. Argentina porque el horno no está para bollos

Hay mucho más que mero fútbol entre las hinchadas en el encuentro que van a disputar las selecciones de Uruguay y Argentina el miércoles en el mítico Estadio Centenario de Montevideo. Aparecen ingredientes que crispan los vínculos diplomáticos bilaterales por la discutida instalación de empresas papeleras en la frontera de los dos países, los consiguientes cierres de rutas internacionales, bloqueo de parte del comercio internacional uruguayo e interferencias al turismo.

Hay un contexto más complejo que puede encrespar el ambiente más allá de la enorme rivalidad que existe y las condiciones de por sí, complicadas por la cercanía de la eliminación del torneo ecuménico del 2010 en Sudáfrica.

El papel que nubla vínculos
Las plantas papeleras que se instalaron en la frontera argentino-uruguaya (Botnia ya en operación) levantaron mucha polvareda entre argentinos y charrúas al punto de que mantienen una querella en tribunales internacionales que irrita las relaciones.
Pero antes de que se llegara a tal instancia no hay que olvidar las clausuras del acceso a o desde el Uruguay en la zona de Gualeguaychu que entorpecieron el comercio internacional uruguayo en los últimos años, incluso el acceso de turistas al Uruguay con enormes pérdidas económicas.
Esto implica que a la hora del juego de hinchadas en que se gritan ofensas a los rivales, hay demasiados asuntos que saldrán de adentro con toda su violencia e irritación. El ambiente está previamente recalentado.

No hooliganizar
Para recurrir a una expresión criollla, “el horno no está para bollos” y muchos dirán que la pasión que rodea al encuentro es parte del fútbol. No, porque hay más que eso según lo estamos viendo.
Habrá que evitar la “hooliganization” en el contexto del fútbol y sería bueno hacer un llamado a la cordura y el equilibrio.
Por otro lado, existen sospechas y suspicacias acerca de los enormes intereses económicos que rodean al fútbol (marcas de indumentaria deportiva que tienen en los jugadores a sus grandes promotores de venta, el turismo a Sudáfrica, etc., etc.) y que pueden entrar a jugar en el partido mismo.
Ya se vió algo de eso en el partido del sábado en que la selección argentina le ganó a la de Perú con un gol viciado y los peruanos acusan que el arbitro boliviano que pitó, “no vio” dos penas máximas que defensores argentinos cometieron contra atacantes del equipo peruano.
Hace unos días se informó que dirigentes del fútbol uruguayos viajaron a Asunción a fin de reunirse con el Presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, el doctor Nicolás Leoz para que interviniera personalmente y garantizar que no se filtrarían presiones indebidas para conceder a la Argentina favores ilegales que le permitieran su clasificación en desmedro de los resultados y conductos exclusivamente futbolísticos.
Los jueces del partido serán paraguayos y Carlos Amarilla, el árbitro principal. Indudablemente un árbitro con personalidad que sigue de cerca las jugadas y está considerado uno de los mejores de la región.

Que la pelota no encuadre el círculo vicioso que afecta frecuentemente al deporte.