Paraguayos se divierten en Camboriú porque ahí hay muchos paraguayos. Si no, se aburrirían

Medio país salió al exterior de vacaciones. Muchos la interpretarán como una buena noticia pero si enfocamos el tema desde el punto de vista de que no estamos para exportar divisas y que es un contrasentido ir a enriquecer a los brasileños principalmente, la visión cambia. La tercera vertiente de abordaje suele ser que quienes no viajan son unos “pichados” (enfermos de complejo de inferioridad) y se dedican a cuestionar a los que van a chapotear en aguas saladas.

No se puede cuestionar el afán viajero que hay en cada uno de nosotros y que nos lleva a conocer lugares novedosos.
Al final de cuentas la humanidad ha estado emigrando desde que los primeros seres abandonaron las cavernas y a estas alturas hasta ya queremos emigrar a otros planetas. Se entiende eso pero lo que no se entiende es lo que ocurre con los paraguayos.

Paraguayos somos como tortugas de mar
En vez de ir a descubrir nuevos lugares, siempre nos vamos a las mismas playas como si fuéramos tortugas marinas que llegado el momento recorren cada año muchísimos kilómetros para retornar a la misma playa a poner huevos.
Fuera de Camboriú y su vecindad como que le mar no es el mismo. No tiene nada que ver con mar, arena y sal pero por alguna razón queremos ir a veranear al exterior ahí donde hay muchos paraguayos. Si no hay compatriotas nos aburrimos de inmediato.
Siempre hablamos de romper la mediterraneidad pero nos organizamos para ir todos juntos y llevar nuestra mediterraneidad en bolsones para extenderla en la arena caomboriouense y entonces allá hablamos otra vez de los mismos temas que también abordamos los que no viajamos.

¿Donde está el chiste?
Ah!, no me pregunten a mi que yo soy apenas un observador social. Preguntenle a los sociólogos o a los sicólogos.
Yo no se por qué pagamos mucho dinero para ir a Camboriú y luego hablar de lo que pasa en el Paraguay tendidos ahí en la arena y entrar a Internet para ver lo lo último que está aconteciendo por nuestras comarcas.
En teoría me encuentro en el “club de los pichados” y expongo con insistencia que lo ideal hubiera sido que se gaste el dinero en el país y fomentemos el turismo interno pero por lo visto es exigir demasiado altruismo.
Bueno, ahí si debe estar pichada la Ministra de Turismo que hace esfuerzos interesantes para que los productos turísticos paraguayos sean interesantes para nosotros pero, no nos interesan por lo visto.

El lado politiquero del asunto
Resulta que el 2009 fue un año en el que los políticos opositores criticaron al gobierno por supuestamente empobrecer aún más al país y condenarlo a la miseria.
Los medios destacan sin embargo que Paraguay aumentó 50% su turismo al exterior y este es un indicador de que no aumentó la pobreza como nos lo pintaron quienes anduvieron acumulando causales para apartarlo a Fernando Lugo del gobierno por la vía de un juicio político.

Dengue 3.0
Hay dinero en poder de la gente y con relación a los que se fueron a las playas brasileñas, dejamos constancia de que en algunas semanas más nos empezaremos a quejar de que están retornando con dengue y nuevas cepas de otros virus.
Ya el Ministerio de Salud hizo su advertencia y está claro que la alerta no fue lanzada por la Ministra Esperanza Martínez, a raíz de una simple pichadura.
Queda claro que las vacaciones en Camboriú tienen ademas pésima influencia sobre el presupuesto sanitario del Estado y el de cada uno de nosotros.