sábado, enero 30, 2010

Es difícil que la Policía cuide la seguridad ciudadana con semejante nivel de podredumbre

En las últimas dos semanas me tomé la tarea de separar algunos títulos que se publican en la prensa y los muestro aquí para que tengan una idea de la dimensión del drama que vivimos como sociedad. Quienes deberían proteger el orden público, lo alteran. Son nuestros enemigos.

Demasiados agentes policiales convertidos en enemigos de la sociedad. Que sean atrapados y condenados es una señal positiva que cuando la queremos celebrar queda enterrada ante más informaciones de podredumbre estructural de la institución policial.
Rescato lo que dijo el Fiscal Antidrogas Francisco de Vargas luego de atrapar a Jarvis Chimenes Pavao, pez gordo del narcotráfico. Expuso que varios intentos anteriores fracasaron porque hubo filtraciones de información desde la Policía hacia las huestes mafiosas.
Añadió que como producto de que la mafia recibía información privilegiada desde la institución policial, muchos informantes civiles, hallaron la muerte.
Extraigo además declaraciones del propio Ministro del Interior que reconoció que los secuestradores de Fidel Zavala tenían informaciones de los planes de la Policía.
Esto explica el enorme rezago de atención al reclamo ciudadano de mayor seguridad.
Es imposible si tras los asaltos, asesinatos, saqueos y cuanto atropello se manifiesta casi siempre hay un agente policial, un "polibandi".

Es el colmo
La Policía suele recomendar a los que van a viajar de vacaciones que comuniquen que dejarán sus casas para que tengan la protección de sus bienes.
Muchos de los que actuaron según esas recomendaciones, hoy están arrepentidos porque cuando lo hicieron creyendo en las promesas, retornaron tostados por el sol pero para comprobar que habían sido saqueados.
Es fundamental ir descabezando las cúpulas policiales una a una hasta que tal vez tengamos que llegar a eliminar varias camadas de de oficiales hasta encontrar sanidad moral en las más nuevas hornadas de la Escuela de Policías.
La sociedad vive agobiada por este drama que es una pesada herencia de los 60 años de monopolio del poder del Partido Colorado, felizmente roto.

2 comentarios:

  1. En realidad, la pobredumbre de la institución policial no es razón para que sean bandidos. Muchos de estos polibandis son oficiales, o sea, policías "de carrera", que pueden llegar a ser comisarios. El hecho de que sea o no ladrones me parece que es algo casi cultural. Si ven que todos sus compañeros lo hace, hasta sus superiores, porque no ellos?

    Fernando B.

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  2. Es cierto. El mal ejemplo cundió profundamente pero el mensaje que hay que instalar es que al que mete la mano en la lata, se le corta la mano.

    Cuando 10 comisarios vayan a la cárcel, los demás van a comenzar a enderezar su camino.

    Pregunto si hoy en día hay un sólo comisario en la cárcel. Probablemente haya suboficiales pero no comisarios.

    Hay que empezar a pedir resultados al gobierno.

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