Un plan que finalmente apunta al control de la hipertención, la colesterolemia y al cuidado de la piel y el cabello de los reclusos es el que lleva adelante la Dirección de Penitenciarías -dependiente de la Corte Suprema de Justicia- y la pastoral penitenciaria, mediante el fomento de la recolección y donación de mangos callejeros a las cárceles. La iniciativa es plausible pues aprovecha la sobreoferta de mangos de las plantas que en la vía pública crecen por doquier.
Hace unos años desde esta misma página llamamos la atención sobre qué hacer para obtener provecho de los enormes poderes nutritivos y curativos del mango criollo y ahora surge esta iniciativa que felicitamos intensamente.
Los reos podrán combatir el envejecimiento prematuro al consumir abundante Vitamina A que hay en los mangos y asimismo luchar contra la hipertensión, el elevado índice de colesterol porque consumirán mucha Vitamina C.
Reclusos combatirán calvicie prematura
Pero como si todo fuera poco, por su elevado contenido de vitaminas del Complejo B los presidiarios mejorarán el funcionamiento de su sistema nervioso.
Hay que considerar además que por la presencia abundante de piridoxina en la fibra, mejorarán incluso su look, su apariencia ya que aquellos que tienen problemas de calvicie prematura tendrán la oportunidad de contener la caída de los pelos.
Bellos malvivientes
No termina ahí el efecto bienhechor del mango ya que los malvivientes que consuman generosamente los mangos donados por la sociedad podrán mejorar la calidad de su piel para que luzca más tersa en este duro verano paraguayo.
Asimismo combatirán mejor el insomnio, los calambres y la depresión.
Conviene aclarar que estos beneficios no se circunscriben a los reclusos. Si usted es un hombre o una mujer que vive en libertad, pues si consume mangos también recibirá todo el efecto positivo que aquí se describe.
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