El Ministro del Interior Rafael Filizola revisa las armas israelíes que llegaron (Foto: UH)Estamos pues ante un caso diferente al de todos los demás secuestros que se produjeron en el país pues se ha llegado a una situación de enfrentamiento, vale decir, nos acercamos a una instancia delicada que necesariamente desde la óptica del Estado implica la obligación de reducir a los terroristas.
Por lo tanto es dable pensar que estamos ingresando a una situación de máximo acoso a los secuestradores e interpretamos que el primer paso es la llegada de armas suficientes en número y en potencial de fuego.
Los Judas del enemigo
Se habla del inminente inicio de una campaña comunicacional de oferta de mucho dinero a cambio de información que indudablemente apunta a debilitar la confianza de los secuestradores en su entorno. El dinero hace hablar.
Los secuestradores también tienen dinero pero está claro que siempre hay Judas y el Ministro del Interior ha señalado que los hay en el bando estatal, particularmente en dependencias de Salud Pública y Educación y Cultura.
No son pocos los que dicen que también los hay en las huestes de la Policía y del mismísimo Ministerio del Interior. Personajes que pasan datos a los secuestradores.
No les quepa la menor duda de que también existen entre las huestes de los secuestradores. Ese que luego dice “yo luego pensé desde un primer momento que esto no estaba bien” o el desilusionado porque “a mi me dieron menos que a Fulano y yo hice más que él”.
Y también está el superpillo que se cree doble agente y quiere sacar plata de aquí y de allá.
Es bastante surtido el mundillo que se revela cuando aparece el dinero para la compra de informaciones.
Claro que también surgen los desinformadores pero ya el servicio de inteligencia filtrará datos. Percibimos que el mecanismo que se está estructurando y del que muy poca información se tiene, es positivo, es conducente.
Lleva su tiempo
El desgaste que produce la presión ejerce su efecto luego de varias noches de insomnio entre los secuestradores.
Dormir con un sólo ojo deteriora y sobre todo la presión plantea desarreglos emocionales también en las familias protectoras reclutadas por los secuestradores afectadas por el estrés de la presión.
En su seno, a su tiempo, surgirán las dudas existenciales del tipo "no era esta la vida con la que soñaba".
Los secuestradores no tienen futuro
Si no se sabe ya donde están, se sabrá irremediablemente y serán rodeados. Siempre será mejor para ellos entregarse con Fidel sano y salvo.
Perseverancia, paciencia y mucha frialdad son las virtudes que tendrán que cubrir a las fuerzas del orden.
No hay espacio para manifestaciones de la pasión porque estamos ante un ejercicio de racionalidad pura.
Abogamos por el éxito del operativo.
Manos a la obra.
La acción debe venir sólo en caso de que Fidel Zavala sea retenido por 3 años por ejemplo así como ocurrió con la Betancourt y otros políticos que permanecieron incluso por el doble de ese tiempo secuestrados en Colombia. La verdad es que hay que preguntarse cuánto tiempo se debe esperar. Es todo un tema ese...
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