La sociedad paraguaya enfrenta un problema grave que ha comenzado a dificultar la construcción de ciudadanía: El oligopolio informativo. Dos o tres personas -Aldo Zuccolillo y A.J. Vierci principalmente- toman el control mediático y deciden qué y cómo debe abordarse la información, imponen el criterio en función de sus intereses económicos o políticos y se “adueñan de la verdad”. La única salida es estimular la pluralidad de voces y la multiplicación de canales de divulgación.
Claro, como una acción encaminada a lograr este propósito, afecta sus propios objetivos, combaten toda acción que apunte a la democratización de medios y protestan porque se fortalezcan por ejemplo las radios comunitarias.
Grata sorpresa
Como panelista invitado a un encuentro de comunicadores del Estado, me tocó compartir este fin de semana momentos con un plantel de aproximadamente 50 de ellos y mi grata sorpresa fue la de encontrarme con profesionales del más alto nivel.
Uno de los aspectos positivos resaltantes es que en la paranoica campaña mediática que nos anuncia planes de amordazamiento de la prensa como hace Hugo Chávez en Venezuela y que evidentemente jamás hemos tenido señales en Paraguay de que se haría algo similar queda bajo toneladas de evidencia de que se está trabajando para alcanzar un nivel de excelencia en la comunicación pública.
Percibimos calidad en el capital humano comunicador del Estado, como nunca antes se dio y la primera conclusión es que si efectivamente el gobierno tiene intención de amordazar a la prensa, no va a invertir en recursos humanos como lo está haciendo para canalizar del mejor modo posible el flujo informativo que genera.
Tampoco va a estructurar un plan para que efectivamente los comunicadores de oficinas públicas cumplan una tarea orientada a que las instituciones estatales rindan cuentas de su gestión a la ciudadanía.
Tropiezos en los medios comerciales
Hay una noción clara de servicio público en los responsables de la comunicación estatal que curiosamente tropieza contra las barreras de la falta de transparencia informativa en los medios comerciales, muchos de los que tergiversan deliberadamente las informaciones y luego demoran la publicación de aclaraciones, en forma de “cartas al director”.
Durante los gobiernos colorados, las oficinas de prensa de reparticiones estatales llegaron a llenarse de “correligionarios” cuyo mérito nada tenía que ver con la comunicación.
Por el contrario, eran desde luego oficinas destinadas a ocultar información más que divulgarlas.
Intercambio de roles
Podríamos decir que en los gobiernos colorados, las oficinas públicas más bien tergiversaban y manipulaban la información, tarea que hoy es desarrollada por periodistas de los medios comerciales.
Así, muchos comunicadores del Estado tienen más tarea en desmentir las tergiversaciones que en comunicar acciones institucionales, aunque desmentir o aclarar es también una forma de comunicar con la desventaja de que se lo hace reactivamente y no proactivamente y siempre, la agenda está manejada por el tergiversador.
Cajoneo de "cartas al director"
Otro aspecto desventajoso es cómo se dijo en el panel, abc color no publica muchas cartas al director o las guarda en el cajón por mucho tiempo como para graduar de verdad la mentira y la desmentida quede colgada porque el lector ya se formó opinión sobre la falsedad.
En ese caso, irremediablemene la aclaración queda desconectada y como el lector ya olvidó de qué se trataba, probablemente ni lea la carte.
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