jueves, diciembre 03, 2009

Violencia platuda: Un problema de salud pública

Frecuentemente simplificamos el problema de la violencia y decimos que es consecuencia de las desigualdades y la pobreza. Un jugador de fútbol del Club Cerro Porteño, Miguel Torrén chocó con su camioneta a un joven que circulaba en un automóvil, posteriormente lo golpeó con ayuda de su esposa y un acompañante, y finalmente escapó según la información.

En estos momentos la Policía se apresta a violentar un comercio en el Mercado 4 para rescatar a una comerciante coreana mantenida como rehén de un comerciante de la misma nacionalidad con el que estuvo vinculada emocionalmente y que le reclama bienes que aparente perdió como resultado de negocios fallidos.
Ninguno de los protagonistas activos aquí aludidos son violentos por pobres -salvo el caso del coreano que al perder sus bienes se convierte de la noche a la mañana en pobre- pero no sirve para el análisis que aquí exponemos.
Su violencia no proviene de una vida de carencias que golpearon su espíritu y lo hicieron resentido contra la sociedad.

La violencia platuda
Las crónicas policiales son pródigas en peleas entre estudiantes de colegios caros donde la violencia tampoco puede decirse que tiene su origen en hogares carentes o con necesidades básicas insatisfechas.
El jugador cerrista, Torrén, es un privilegiado económicamente y es capaz de comprarse una camioneta lujosa y tener un excelente pasar.
El director de la Policía Caminera, Eduardo Petta es uno de los personajes menos amados de los automovilistas porque los castiga siempre que los descubre con mayor índice de alcohol en la sangre.
Los automovilistas no provienen de los segmentos indigentes de la sociedad pero promueven la violencia en el tránsito.
Tampoco responden al perfil del razonamiento de que para enfrentar la violencia hay que resolver el problema de la pobreza.

El desempleo si, pero...
Es cierto que una buena parte del problema quedaría resuelto si acaba la pobreza pero no debemos olvidar que hay una violencia instalada en la sociedad que no tiene que ver con las estructuras socioeconómicas sino que hay causales sicológicas que nos deben llevar a plantearnos el tema desde la perspectiva de la salud pública.
Hay cuestiones de índole moral y síquica que tienen que ver con la salud mental de la población y que merecen una investigación seria.
Estamos hablando de causas mucho más complejas y profundas que a veces queremos abordarlas con un enfoque reduccionista que se expresa en frases simplistas y absolutamente estúpidas del tipo: “Que renuncie el Ministro del Interior”, “Que se vaya el Jefe de Policía por inútil”.

Agregado:

Rescatan a la coreana y detienen al coreano

2 comentarios:

  1. La violencia es consecuencia de la cultura permisiva. Nuestros padres fueron "corregidos" por sus padres y se formaron con rectitud. Nosotros ya somos producto de "a los niños no hay que castigarles" y ahí está el resultado.

    Moncho

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  2. También hay más homosexuales que antes. Primero fue que debían disimular su homosexualidad. Después fue que hay que respetar su sexualidad.
    Después ya los homosexuales marcharon por el "orgullo gay" es decir, una anormalidad debía ser motivo de orgullo. Eguatana ko mundo mba'eishapa ohó"

    Luego ya comenzaron a pelear por el "matrimonio gay" que aquí todavía no existe y un paso siguiente es el derecho a que los esposos gays adopten niños, naturalmente con los valores gays.

    A lo mejor si eran corregidos a tiempo....

    Moncho

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