La creatividad y el sentido de oportunidad obran maravillas en el Paraguay y finalmente atenúan el impacto de esos momentos difíciles que a veces se presentan como la huelga de choferes del transporte público. De muestra basta un botón: Un camioncito de carga se convirtió en un relativamente confortable transporte colectivo.
La puertita del medio de la carrocería que normalmente recibe y despacha cargamentos de banana, naranja, mandioca y otros rubros agrícolas en el Mercado de Abasto, recibía ahora a ansiosos pasajeros.
Una silla de improviso se desplegaba manualmente como escalera para abordar el vehículo y un vez cumplida esa misión se replegaba de nuevo manualmente para cumplir ya su función primigenia de asiento que se mueve con el traqueteo y, destinado a asentaderas poco exigentes, pero asiento al fin....
Un laborioso asistente era el brazo amigable que hacía de brazo retractil de la escalera-silla para suplir la falta de transporte público y hacer posible que la gente llegara a la sede de sus funciones profesionales.
El aprendizaje plausible es que cuando la solidaridad se junta con el negocio, nos encontramos con manifestaciones de ingenio al servicio de los demás.
Genial!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario