viernes, marzo 06, 2009

El Paraguay no es un país con grandes problemas sino con grandes sinvergüenzas

El gobernador Carlos Amarilla aparece en una llamativa
pose en que parece tener un picor en la palma de la mano.
En Paraguay es una creencia popular que eso anuncia
que se va a “tocar plata” ¿Ganará el bingo el domingo?

Una sola firma se presentó a la licitación para la compra de merienda escolar en el Departamento Central y por supuesto ganó. Luego, todo el proceso licitatorio de la Gobernación aparece como una mera coreografía grotesca para cubrir las formalidades. Los que convocaron a la licitación son amigos y correligionarios de los únicos competidores y triunfadores.

Y se ha desatado un escándalo porque fuera de los principales protagonistas de la licitación, nadie cree en el proceso.
El concepto de que el nuestro es un país sin grandes problemas pero con enormes sinvergüenzas pertenece al destacado abogado Ricardo Franco Lanzeta y se ajusta perfectamente a la realidad.
Viene a cuento mencionar ese pensamiento para enfocar una vez más la necesidad de que cuanto antes, el gobierno de Fernando Lugo anule la posibilidad de que el liberal radical Carlos Amarilla gobernador del Departamento Central, firme un multimillonario contrato de merienda escolar con su correligionaria Celeste Amarilla de la firma Masily.
Esta es la firma que tuvo el mérito de correr sola en una licitación y ganarla cuando queda claro que una licitación se convoca para que en el marco de la libre y transparente competencia se opte por la mejor oferta de entre varias.

El líder azul Carlos Amarilla debería ponerse colorado de vergüenza pero lo que hace es ponerse colorado de conducta. Se comporta como un líder del Partido Colorado, nucleación política exhausta por la corrupción y vencida en las pasadas elecciones presidenciales por un electorado harto de su truculencia.

A toda costa Amarilla quiere hacer valer una licitación demasiado sospechosa que lejos está de defender los más altos intereses de la ciudadanía. Amarilla se resiste a ignorar que hay un plan anticrisis que privilegia la compra de productos nacionales por sobre los importados, en un esfuerzo por preservar puestos de trabajo nacionales. Va a importar leche.

Dice que no es momento de cambiar los planes. Está totalmente errado. Este es el momento de cambiar los planes. Justamente ahora hay que dar un golpe de timón mirando los intereses generales, mucho más allá de los simples intereses de los amigos.

Cuando estaba en plena campaña electoral se emocionaba cuando hablaba de que defendería los intereses de la mayoría y que su gestión sería honesta y transparente. Ahora notamos que fue un mentiroso, un hipócrita.

Expone que las industrias lácteas paraguayas deben producir leche en polvo para ponerse a tono. Confirma que es un hipócrita porque justamente esta actitud de políticos que dan las espaldas a la producción nacional son los que postergan el desarrollo de mejores emprendimientos productivos en el país.
Quien es el empresario que va a jugarse para que luego le aparezcan Amarillas en el camino ¿A favor de quien juega Amarilla?

Que se anule la licitación.

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