Se bachea el asfalto en las horas pico y no en horarios en que menores inconvenientes generarán al desenvolvimiento de la vida ciudadana. Se podan los árboles en la vía pública, justo en el momento en que esa tarea, más desorden va a producir. Las autoridades de la ciudad entienden que el desbarajuste comunica que hay un intendente que se ocupa y se preocupa de la solución de los problemas.
Cuando el desorden en el tránsito llega a su cúspide, todos ven y sienten que el preocupado intendente, está pensando en nosotros y envía a las cuadrillas municipales a trabajar en forma incansable. ¿Les convence este montaje teatral con la que la autoridad municipal busca encumbrar su figura política?
Si esa tarea se hiciera un sábado a primera hora para evitar embotellamientos, los políticos piensan que nadie estaría ahí para enterarse de que el intendente se preocupa y actúa. A lo sumo, pasarán por ahí unos cuantos noctámbulos aguardentosos que no son testigos calificados de la presunta eficiencia municipal.
En la mente de las autoridades comunales, el desorden comunica. Rige el marketing del desconcierto en el tránsito automotor. Esta es su concepción y hasta inventan pretextos para complicar el desplazamiento vehicular justo cuanto mayor es la ansiedad por llegar a tiempo.
Habrá ciudadanos ingenuos que efectivamente morderán el anzuelo pero lo que en realidad interesa es que las cosas funcionen bien porque los actos meramente teatrales no son sostenibles.
Hay un añoso árbol de Timbó en la frontera entre Asunción y Fernando de la Mora sobre la Avenida Mariscal López. Hasta ahí fue la cuadrilla municipal fernandina a podarlo en el justo momento en que la gente va al colegio a la siesta o va al trabajo. Pusieron dos camiones volquetes sobre una de las calzadas de la Avenida para taponarla mientras las motosierras cortaban ramas. (Hacer click sobre la foto para verla ampliada)
Pero no puede ser! Le digo a uno de los responsables de la tarea y me dice que el árbol tiene como 70 años y hay ramas peligrosas que pueden caer sobre los automovilistas. Uno lo entendería si amenaza una tormenta y el peligro es inminente. Y si fuera así, lo pudieron haber hecho mucho antes y no en un horario de gran carga vehicular en la avenida.
Para peor, pudiendo habilitar de nuevo la calzada, arrinconando las ramas sobre la vereda para troncharlas ahí, los leñadores municipales proceden a cortar las ramas en trozos sobre la calzada para demorar aún mas la normalización de la situación.
Pero hay más. En ejercicio de una desconsideración increíble, los caminos laterales para sortear los problemas de la poda, son tan tortuosos y llenos de callejones sin salida y sin ninguna señalización que ve uno a gente descontrolada ante la imprevisión de los funcionarios municipales, o –según lo entendemos nosotros- ante la cuidadosa previsión inspirada en el perverso concepto político que señalábamos: el desorden, comunica....aunque puede matar de los nervios al ciudadano.
Lea el texto completo>>
Cuando el desorden en el tránsito llega a su cúspide, todos ven y sienten que el preocupado intendente, está pensando en nosotros y envía a las cuadrillas municipales a trabajar en forma incansable. ¿Les convence este montaje teatral con la que la autoridad municipal busca encumbrar su figura política?
Si esa tarea se hiciera un sábado a primera hora para evitar embotellamientos, los políticos piensan que nadie estaría ahí para enterarse de que el intendente se preocupa y actúa. A lo sumo, pasarán por ahí unos cuantos noctámbulos aguardentosos que no son testigos calificados de la presunta eficiencia municipal.
En la mente de las autoridades comunales, el desorden comunica. Rige el marketing del desconcierto en el tránsito automotor. Esta es su concepción y hasta inventan pretextos para complicar el desplazamiento vehicular justo cuanto mayor es la ansiedad por llegar a tiempo.
Habrá ciudadanos ingenuos que efectivamente morderán el anzuelo pero lo que en realidad interesa es que las cosas funcionen bien porque los actos meramente teatrales no son sostenibles.
Hay un añoso árbol de Timbó en la frontera entre Asunción y Fernando de la Mora sobre la Avenida Mariscal López. Hasta ahí fue la cuadrilla municipal fernandina a podarlo en el justo momento en que la gente va al colegio a la siesta o va al trabajo. Pusieron dos camiones volquetes sobre una de las calzadas de la Avenida para taponarla mientras las motosierras cortaban ramas. (Hacer click sobre la foto para verla ampliada)
Pero no puede ser! Le digo a uno de los responsables de la tarea y me dice que el árbol tiene como 70 años y hay ramas peligrosas que pueden caer sobre los automovilistas. Uno lo entendería si amenaza una tormenta y el peligro es inminente. Y si fuera así, lo pudieron haber hecho mucho antes y no en un horario de gran carga vehicular en la avenida.
Para peor, pudiendo habilitar de nuevo la calzada, arrinconando las ramas sobre la vereda para troncharlas ahí, los leñadores municipales proceden a cortar las ramas en trozos sobre la calzada para demorar aún mas la normalización de la situación.
Pero hay más. En ejercicio de una desconsideración increíble, los caminos laterales para sortear los problemas de la poda, son tan tortuosos y llenos de callejones sin salida y sin ninguna señalización que ve uno a gente descontrolada ante la imprevisión de los funcionarios municipales, o –según lo entendemos nosotros- ante la cuidadosa previsión inspirada en el perverso concepto político que señalábamos: el desorden, comunica....aunque puede matar de los nervios al ciudadano.
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Wow....
ResponderEliminarInteresting blog....