La posibilidad de que implantes mamarios de baja calidad revienten y desparramen productos sintéticos entre los conductos y dispositivos naturales de la producción de la leche materna, leche de vida y salud para, producir tumores y probablemente muerte en mujeres que han privilegiado las formas por sobre la función, nos obliga a plantearnos el retorno a las fuentes.
Para qué sirven las tetas. Y bueno, tenemos que redescubrir sus funciones primordiales que son las de transformar los nutrientes que ingiere una mujer - que acaba de dar a luz- en alimentación líquida y completa para el bebé que trajo el mundo.
Fundamental para la perpetuación de la especie.
Ocurre sin embargo que en nombre de la belleza se esclavizó a las mujeres para que convirtieran a sus mamas casi exclusivamente en un decorado lucieran un busto enhiesto, izado como pabellón en lo más alto del mástil de la buena presencia. (“se necesita secretaria con buena presencia” lo que quiere decir: feas, abstenerse por más eficientes e inteligentes que sean)
En esa perspectiva, las glándulas mamarias dejaron de cumplir su rol fundamental.
Deshumanizante
La rigidez de los patrones estéticos femeninos impulsó la adopción de una actitud deshumanizada de preservar la belleza y que los bebés se alimentaran de lácteos vacunos “maternizados”.
Es decir, que se embromen los bebés y la nueva generación de niños porque muchas mujeres prefirieron preservar sus mejores formas. Penoso, triste, lamentable.
Tan lamentable que la FAO debió invertir millones de dólares en campañas encaminadas a que las mujeres amamantaran a sus bebés, vale decir que le dieran a sus tetas el uso para el cual El Creador, las creó.
Ocurre que muchas habían anulado, bloqueado, cancelado la función vital de sus mamas por razones de “belleza de mujer” (y fealdad de ser humano).
Barbarie moderna
Se están dando cuenta de la barbaridad de la que estamos hablando.
Sería como que un día el estándar de belleza dice que la moda es usar un sólo ojo y entonces hay que anular, cancelar, bloquear el otro o que las orejas no responden a las líneas modernas y que entonces hay que extirparlas para instalar en su remplazo, orejas de materiales “amigables” pero con líneas más acordes a los nuevos tiempos, en tonalidades diferentes y locuras como esas. La estupidez total.
Llegó la factura
La naturaleza es sabia y un día nos pasa la factura. Eso ocurre con el cambio climático y también con el siliconamiento de tetas.
Una empresa que produce los rellenos sintéticos de pectorales femeninos hizo un “re call” a miles de mujeres para avisarles que por reducción de costos para maximizar el lucro en el competido mercado de las formas artificiales, la calidad cayó y el implante presenta fallas.
Dicho de otro modo, revientan fácilmente y derraman su contenido tóxico haciendo que las bellas redondeces se vuelvan tóxicas y peligrosas para la salud de las embellecidas y ahora embromadas damas.
El mensaje implícito
Podemos alargar más el articulo pero es suficiente lo que hasta aquí expusimos para entender el mensaje del reventón:
Mujeres: es tiempo de volver a las raíces y a las fuentes de la sabiduría y la naturaleza y denle a las glándulas mamarias, la extraordinaria e insustituible función primordial de dotar de resistencia a las enfermedades, fortaleza física y sanidad a las siguientes generaciones de seres humanos.
Y si el mercado exige un "levantamiento anímico" pues que se encarguen de ello las fabricas de sostenes y santas pascuas!
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