Abc color cuestiona falta de autocrítica en los demás y no ve la viga en el ojo propio: Un caso de miopía

El diario paraguayo con mayor carencia de autocrítica (nunca pidió disculpas por un error, no reconoce que comete errores) cuestionó en portada al Presidente Fernando Lugo por su falta de autocrítica en el discurso conmemorativo del triunfo electoral de la alianza.

No decimos que no tenga razón el medio. Lo que planteamos es que cuando leemos un enfoque de esa naturaleza, la pregunta que hacemos a abc color es ¿cómo andamos por casa?

¿Qué pasó con el remeragate?
Hace unos días, el diario abc color denunció un perverso plan para cercenar su libertad de expresión y la de todo el periodismo paraguayo.
Expuso haber accedido a un “dossier” y responsabilizó al ingeniero Javier Viveros Martínez de haber elaborado la estrategia..
Al mismo tiempo que recibía la solidaridad de colectivos periodísticos y medios ante tan siniestra amenaza, todos los afectados por la denuncia iban desmintiendo absolutamente su presunta vinculación con el plan.
De improviso, abc se llamó a silencio. Ni dijo que se interrumpía la publicación de denuncias para investigar mejor el caso ni que fue un error.
Todo quedó suspendido en el aire, como un fantasma.
A estas alturas sólo existen conjeturas de lo que realmente aconteció pero el diario abc color debería hacerse cargo de aclararlo.
Si está buscando pruebas para hacer una denuncia formal sería bueno que lo diga. Si cometió un error es una obligación que lo exponga y que pida disculpas a los denunciados, a la ciudadanía y por cortesía, a los que le manifestaron su solidaridad. El silencio en este caso es irresponsable.

Un vicio de abc: la soberbia
Yo pertenecí a abc color. Me hice en la escuela periodística del medio hasta su cierre por la dictadura en 1984.
Yo lamento que cuando Stroessner clausuró el diario Aldo Zuccolillo no tuviera la visión de organizar un taller entre los periodistas que en ese momento iniciábamos una diáspora, para evaluar el trabajo que había quedado trunco.
Faltó identificar de un modo más profundo y crítico lo que habíamos construido (hablo en primera persona del plural), las potencialidades que habíamos edificado, las flaquezas que nos acompañaron y dejar un pensamiento estructurado que el día de la reapertura, facilitaría la continuidad de un proceso con una visión mucho más clara.
Yo identifico como un vicio que quedó desde aquellos tiempos, la soberbia.
Probablemente fue necesaria ya que con humildad, docilidad y vergüenza no hubiéramos ido a ningún lado en aquel contexto totalitario.
Había un Chilavert adentro de nosotros y no nos achicabamos tan fácilmente en ese terreno hostil que nos planteaba “el coloradismo eterno con Stroessner”.
Esa convicción de hierro de que se era un buque insignia de esfuerzos libertarios, muy por delante de los partidos políticos, creó en el equipo periodístico esa sensación de “autoridad” en un sentido de soberanía que molestaba al dictador.
Claro que existían otras razones y no se puede discutir ahí la trascendencia del liderazgo motivador de Zuccolillo.
Ahora, una cuestión es la soberbia individual o colectiva que galvaniza y protege el aspecto anímico de un equipo que trabaja en un contexto políticamente adverso y otra diferente, la soberbia injustificada (más en un sentido de fanfarronería) en un escenario democrático.

La involución moral
Por ahí circula una de las causales de la involución de abc color como “autoridad moral”.
A partir de su “cero autocrítica”, cuestionar al otro su “cero autocrítica” implica que institucionalmente abc color no tiene claras sus debilidades y que su capacidad de avanzar quedaron dramáticamente atrapadas en su estancamiento y probablemente retroceso moral.
Falta coherencia entre los valores que practica y los valores que reclama de los demás.
Yo veo a abc color como un árbol con demasiada copa para tan poca raíz y que por ello, ha comenzado a dar frutos defectuosos.