viernes, abril 07, 2006

Crónica de una inundación anunciada


Inundaciones en Tartagal (Argentina), Europa que se repone de nevadas impresionantes durante el último invierno soporta lluvias torrenciales y hay ciudades que en los últimos días permanecieron bajo agua por desbordes del Elba. Vivimos las consecuencias del cambio climático y más puntualmente del fenómeno “La Niña”. Ya soportamos torrenciales lluvias en el área metropolitana de Asunción que dejaron barrios anegados esta temporada. La próxima lluvia importante, va a causar estragos en varias zonas por nuestra maldita costumbre de convertir los drenajes de la ciudad en sumideros de basura.

“¡Que sucia está la ciudad!”, “¡es una vergüenza!”. Estas expresiones son comunes entre nosotros y todas las críticas apuntan al intendente pero casi nunca conllevan una autocrítica. Para la mayoría de la gente, la suciedad es sólo culpa de la ineficiencia municipal que no dota a la ciudad de un equipo humano y técnico de limpieza suficientemente eficiente para hacer correctamente su labor.
Nosotros observamos sin embargo que la ciudad también permanece sucia por los vicios tremendos que tenemos en nuestras pautas de comportamiento social. La calle es un espacio en el que tranquilamente podemos desechar residuos y entonces bolsas vacías, servilletas, cajetillas de cigarrillo, cáscaras de banana –aunque alguien pueda descaderarse por una caída luego- envoltorios varios, papeles inservibles, van a la vereda para aumentar la ira contra las instituciones que descuidan la ciudad de un modo irresponsable.
En los días de lluvia, nuestra picardía aumenta porque entonces por una bendición divina, se forman torrentes que son los recolectores de basura que la naturaleza nos dio y que no estamos dispuestos a desaprovechar. Entonces ya nos deshacemos de basuras hogareñas o de oficinas inclusive que van bogando por los arroyuelos que la lluvia nos regala y algunos han visto navegar por esos torrentes que a veces son grandes, heladeras y otros elementos en deshuso que ocupan un espacio útil y son meros criaderos de alimañas caseras.
Lo malo es que esos desechos van y taponan los drenajes naturales o artificiales y entonces las aguas comienzan a represarse y a inundarse barrios enteros, naturalmente que por “desatención y falta de compromiso de las autoridades”.
Que no se entienda que queremos liberar a las autoridades comunales de su responsabilidad para con los ciudadanos. Nada más alejado de nuestra intención pero hay responsabilidades de la ciudadanía que no pueden ser ignoradas.
La Avenida Mariscal López, en la zona de la “curva de la muerte” se suele convertir en un lamentable embalse que impide por horas el tránsito vehicular sobre todo sobre la calzada de salida de Asunción hacia San Lorenzo. Se hicieron inversiones importantes para permitir que una formidable mole de agua que viene de zonas más altas, puedan desaguar rápidamente hacia arroyos que desembocan en la bahía o directamente en el Río Paraguay.
Un pequeño detalle hay que tener en cuenta. Esos sumideros están taponados por todo tipo de desechos. Hemos visto troncos en esos lugares que van a represar el agua en su momento y van a inundar la zona.
Nadie parece reparar en este problema pero venimos a hacer la crónica de una inundación anunciada, basados en lo que les mostramos en la foto de arriba. Hemos avisado a los vecinos para que superen el problema o llamen a las autoridades competentes pero por lo que vimos, nadie movió un dedo o las autoridades no son competentes.Volveremos al lugar un día de lluvia.
La falta de respuestas de las autoridades. Lea más>>

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