Víctimas de invasores, no terminamos de entender cuan importante es ese espacio público que en algunos sectores de la ciudad, se llena de puestos comerciales; en otros es usado como estacionamiento de vehículos y en otros como en la avenida Mariscal López a la altura de Fernando de la Mora ( haga click sobre la foto para verla ampliada) los comercios sin desparpajo plantan soportes de sus carteles en medio de la vereda sin respetar incluso la altura de los viandantes que deben pasar por abajo.En tiempos de Stroessner decían “la vereda es de la Policía”; los vendedores ambulantes que era suya y lo que suele pasar es que cuando se considera que finalmente es todos y para todo, termina siendo un espacio que no merece respeto.
Nuestra noción de lo público es que no es nuestro. Es así como las veredas corren la misma suerte que las plazas de las que muchos creen que pueden arrancar plantas para nutrir sus jardines o flores para sus oficinas. Los movimientos corporativos de protesta se apropian de las plazas donde acampan semanas enteras hasta dejarlas depredadas.
Los invitamos a ver, en la sección e-magen, unas vistas ilustrativas de algunas de nuestras peores veredas y aprovechamos a felicitar a los frentistas que en otros sectores de la ciudad, se esmeran en convertirlas en verdaderos jardines. Ya nos ocuparemos de ellos.
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