jueves, junio 29, 2006

Warren Buffet, su mensaje de dignificación de la riqueza, la sociedad civil y el Paraguay

Con una donación de 30.700 millones de dólares para causas nobles, Warren Buffet se convierte en el "Hombre del Año", no sólo por desprenderse de tan descomunal parte de su fortuna sino por el mensaje que envía con ello a los empresarios del Planeta y la nueva dimensión que da a la acumulación de fortunas privadas: ponerlas también al servicio de la dignidad humana.
Desde la óptica paraguaya, estamos ante un reto a la sociedad civil paraguaya para redondear un proyecto creíble, sólido y transparente que pueda canalizar parte de esos fondos para combatir el atraso en el Paraguay.

Buffet en realidad no es el primero que da un paso trascendente hacia la humanización de las fortunas privadas. Ya su socio Bill Gates creó una fundación que justamente con el gesto suyo viene a doblar sus fondos hasta los 60.000 millones de dólares, cinco veces más grande que cualquier organización de ayuda humanitaria.
Paraguay es escenario de varios proyectos de desarrollo sostenible que se financian con el dinero que otro "top 100" de Forbes, el suizo Stephan Schmidheiny, ha donado de sus utilidades luego de pagar impuestos -ojo, no con fondos deducibles de impuestos- y esos proyectos, así como decenas de otros en toda Latinoamerica, son apoyados por conducto de la Fundación AVINA que él creó.
En Paraguay existen empresarios con profundo sentido de responsabilidad social que están encarando acciones, aliados a ONGs, a fin de encarar programas educativos, sanitarios, microindustriales, microcomerciales, planes de producción agropecuaria exportable, construcción de ciudadanía, fomento de la equidad, desarrollo económico sustentable entre muchos otros. Es decir, hay un proceso positivo de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Pero indudablemente el gesto de desprendimiento que formula Buffet se convierte en un resonsante mensaje para el mundo adinerado de la Tierra y para los gobiernos de las más grandes potencias y responde a la pregunta de para qué se acumulan las fortunas si no es para cumplir un rol social y humano.
Qué valor tiene que se llenen gigantescas bóbedas bancarias de incalculables riquezas mientras la humanidad enfrenta una creciente miseria.
Esos recursos paralizados y resguardados al solo efecto de producir estadísticas exitosas y satisfacer orgullos personales o de grupos merecen cumplir una función constructora de dignidad y es lo que Buffet y todos los empresarios con responsabilidad social nos dicen con sus gestos.

Buffet y el Paraguay
Sería una pena que tan sensacional gesto carezca de un correlato en Paraguay de parte de las organizaciones de la sociedad civil que canalizan dinero de filántropos. Tal vez, este sea el momento de elaborar un proyecto como el que alguna vez vislumbraron líderes de la sociedad civil como Luis Szarán, Augusto Scavone, Juan Angel Bóveda y otros que encaran acciones para mejorar la calidad de vida en distintas comunidades pero desconectados y en emprendimientos inconexos.
Que bueno sería que como ellos idearon, proyectos de emprendedurismo comunitario, de cooperación vecinal, respaldados por organizaciones de microcréditos, iniciativas impulsoras de producción agropecuaria organizada, capacitación de amas de casa, el desarrollo de las artes, emprendimientos de construcción de ciudadanía y de cuidado del medio ambiente junto a otras iniciativas transformadoras de gente, se alien para encarar una acción abarcante y efectiva a fin de producir cambios socioeconómicos y culturales capaces de producir desarrollo sostenible mas profundo y más rápido.
Bernardo Toro dijo en estos días en Asunción: "O se impacta integralmente o no se impacta profundamente" y dijo también algo importante en el sentido de la actitud de Buffet y los empresarios con responsabilidad social: "O nos va bien a todos o no le va bien a nadie".
Un plan mixto, simultáneo y abarcante como el que señalamos que apunte a la formación integral de niños, mujeres hombres, así podría aplicarse en la zona más pobre del país para ver sus efectos, sistematizar el plan y presentarlo al Mundo como un modelo de efectivo combate a la pobreza y promoción del desenvolvimiento sustentable.
Centenares de ONGs trabajan hoy en el país pero muy pocas en forma articulada. Las organizaciones fraternas de la sociedad civil, tienen tal vez una oportunidad magnifica para redondear un plan amplio y golpear las puertas de la Fundación Gates. Hay condiciones y capacidad para elaborar un proyecto atractivo y para ejecutarlo exitosamente.
Manos a la obra!

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