La empresa Munich –ligada al senador Blas N. Riquelme- expendió alcohol a estudiantes menores de 18 años visitantes en su stand de la Expo 2006, violando normas que establecen sanciones para ello. La prensa que defiende sus propios intereses, prefiere tomar un rol más cómodo e impactante, demonizando a los jóvenes sin asumir una actitud de denuncia al sector más poderoso y es probable que el delito quede como una simple anécdota.
Era el segundo día de entrada libre para estudiantes y unos 10 mil jóvenes estaban en el predio ferial cuando poco antes del mediodía una maestra indignada ante la triste realidad denunció el hecho al primero que encontró a su paso y que podía recibir la denuncia. Era Gracianiano Irala de Ultima Hora, “Fotosky”, el decano de los reporteros gráficos paraguayos que sin perder un segundo de tiempo ingresó al stand de Munich disparando su cámara fotográfica con lo que causó un gran revuelo.
Le preguntamos lo que había acontecido, nos lo explicó y nos fuimos a comprobar lo que estaba pasando. Muchos jóvenes que vieron nuestra cámara abandonaron sus mesas y de inmediato llegaron efectivos policiales. Los chicos no sólo eran del Colegio Nacional, aunque estos eran ruidosos.
Cuando se acercaron los agentes, los estudiantes cantaron estribillos como:
"Somos del CNC, somos buenos muchachos
el único problema es que somos borrachos
tomamos cerveza, porque nos gusta
y al que no le gusta que se vaya a la …. "
Otros –de diferentes colegios- compraban bebida y la cargaban a sus termos, esos que se usan para tereré y recorrían la Expo acompañados de tragos, sin que nadie sospechara del contenido. Por ser senador de la Nación el propietario de la empresa cervecera sorprendida in fraganti en la violación de la norma que apunta a proteger a los jóvenes del vicio, la sanción debería ser mayor. Es absolutamente agravante que quien legisla leyes, pisotee las propias normas que legisla. El mensaje que ese acto envía a la nación es extremadamente grave y las autoridades encargadas de velar por el respeto de las normas y que cuando asumieron sus cargos juraron “cumplir y hacer cumplir las leyes” y si así no lo hicieren, Dios y la Patria se lo demandarán, deben tomar medidas sin más trámites.
No demonizar a los estudiantes
Los medios comerciales, prefieren hacer severos cuestionamientos contra el grupo de estudiantes en falta. Nosotros consideramos que las más serias críticas y las más rigurosas sanciones corresponden al expendedor. Entendemos que Munich es un publicista importante en los medios y ese hecho le da ventajas para que se minimice su responsabilidad y ésta, sea cargada sobre los estudiantes.
No está bien lo que hicieron los jóvenes pero está claro que ellos no hubieran tenido acceso a la cerveza si el stand de Munich acataba la prohibición de venderles. Somos los adultos los que debemos cuidar a nuestros jóvenes. Los promotores de desmanes, no son los jóvenes. Somos los adultos.
La maestra que alertó a Fotosky, estaba indignada contra la cervecera y su indignación estaba correctamente orientada. La norma castiga el expendio que hacen los adultos y hacia ahí hay que orientar la batería de sanciones.
Es fácil, cómodo, cobarde, poner el énfasis en el comportamiento de los jóvenes. Lo grave radica en que los medios instalan opiniones y sentido de las cosas en la mente del público y si privilegian sus intereses económicos por sobre una visión más objetiva están creando una opinión distorsionada de la realidad. Están mintiendo.
Y en la Expo 2006 hablamos de este tema con los colegas. Es más, decíamos nosotros que los enfoques más objetivos concebidos por los redactores iban a ser cambiados en instancias de edición donde se miran los “intereses estratégicos” del medio. Es el típico problema que termina desmoralizando al comunicador que muchas veces protesta pero suele recibir la respuesta de que cuando él tenga su propio medio, podrá enfocar las informaciones como mejor le parezca. RESCATAR.blogspot.com es la respuesta a ese tipo de "respuestas". Otros periodistas, ya saben cómo funciona el sistema y terminan aceptando las reglas de juego.
Los organizadores de la Expo explicaron que para evitar problemas como los que ya ocurrieron en años anteriores, se exigió este año que las comitivas estudiantiles vinieran acompañadas de por lo menos un docente responsable y eso efectivamente ha ocurrido pero, ¿dónde estaba el responsable de los alumnos del Colegio Nacional de la Capital?
Tampoco es justo decir que los estudiantes vinieron a emborracharse a la Expo. Había más de 10 mil estudiantes en el predio ferial ayer y el problema fue con menos de un centenar. No todos los alumnos del CNC tampoco.
Este año los alumnos compiten por dos computadoras que la Expo regalará, una para el trabajo mejor elaborado sobre la muestra y otra para la institución a la que pertenece el estudiante.
No es nuevo el expendio de alcohol a menores porque la impunidad ha impedido cortar de raíz la constante violación de la norma. Está por verse si los sectores poderosos de la sociedad son sancionados con la misma vara usada para establecer sanciones a los ciudadanos comunes o si sigue funcionando en el Paraguay el lema de: “para los amigos todo, para los enemigos la ley”.
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