Cuando dos pobres se organizan, su pobreza disminuye. Toda sociedad tiene en si misma, la capacidad de solucionar sus problemas. Si los jóvenes no tienen estándares altos de educación así vayan a otros países, no conseguirán más que trabajo de tercera o cuarta clase. Bernardo Toro disparó andanadas de este tipo a la base de reflexión de jóvenes paraguayos que analizaban el tema "América Latina entre la esperanza y la desesperanza. Un diálogo con jóvenes" en un encuentro sobre la emigración en busca de oportunidades que hoy no encuentran.
El pensador colombiano, los ayudó a repensar los modos de encarar los desafíos de construir proyectos colectivos que permitan enfrentar con éxito, los retos del futuro. Mostró -con riqueza de ejemplos- cómo otras comunidades en circunstancias parecidas, encontraron el camino de prosperar y ser dignos. Dejó el mensaje de que se puede, a condición de que exista organización.
Paraguay enfrenta una de las dinámicas migratorias más importantes de los últimos años. La expedición de pasaportes ha colapsado y el fenómeno es consecuencia del insuficiente crecimiento de la torta económica para enfrentar el aumento de quienes buscan una porción. La exclusión encuentra en la emigración una válvula de escape que no siempre es tal, por las condiciones difíciles que los emigrantes deben soportar.
De todos modos, la tentación migratoria aparece con mucha fuerza en algunos jóvenes, expone Vladimir Velásquez, dirigente juvenil que estuvo en la organización del encuentro con Bernardo Toro el pasado 6 de junio en la quinta Ykua Sati de Asunción. Vladimir contó que se están creando espacios para analizar cómo las nuevas generaciones conciben las distintas posibilidades del presente y el futuro y cómo las iniciativas juveniles se insertan en esta realidad.
Teoría del caos
¿Es la salida al problema el aeropuerto internacional o hay opciones absolutamente viables en el contexto local? En este escenario, Bernardo Toro -físico, filósofo y dirigente de la sociedad civil colombiana, invitado por AVINA a desarrollar charlas con diversos sectores de la sociedad civil paraguaya, planteó la teoría del caos.
Dijo que los jóvenes se sienten en un esquema caótico y que el caos es un sistema que vive produciendo los ordenamientos que requiere. El mejor ejemplo del caos es el clima. Amanece y hay sol, luego se nubla, llueve, truena y reaparece el sol. Continuamente está cambiando el orden. "Ustedes ahora están buscando en medio de ese caos generar ordenes y sistemas en los cuales puedan trabajar".
Puntualizó que todo sistema (sociedad en este caso) tiene en si mismo la capacidad de solucionar sus propios problemas. Dio el ejemplo de una persona que ingresa a una obra en construcción, le cae una piedra y le rompe la cabeza. La rotura -expuso- no es consecuencia de la caída de la piedra, sino de que la persona no lleva casco. "Lo que quiero decir con esto es que no le pueden echar la culpa a nadie de lo que les pase".
De la forma como se organicen los jóvenes, va a depender lo que pase en su sistema. El primer paso para poder trabajar en emprendimientos sociales es entender que si no se encuentra la solución a un problema, es que no se ha encontrado la organización que se necesita.
Hubo momentos de desacuerdo entre los jóvenes cuando Bernardo Toro les dijo que el problema no es el dinero sino la capacidad de organizarse. Le respondieron que el dinero cuenta cuando hay que pagar el colectivo o los contactos telefónicos para la organización.
La organización
"Hay una gran tendencia a creer que nuestros problemas están en los otros. Yo quisiera que sepan que el problema siempre tiene solución en nosotros" dijo Bernardo trayendo a colación la existencia de la organización Acción para la Recreación y Cultura Italiana (ARCI) que nació tras la destrucción de la Segunda Guerra Mundial.
Se trata de un sistema de organización que resuelve problemas de todo tipo y se fundamenta en la tesis de que "si queremos hacer cosas, primero tenemos que desarrollar la solidaridad, después los proyectos y finalmente vienen los recursos".
Bernardo explicó que al finalizar la guerra, el escenario era de incertidumbre en Italia. Sin embargo, a través de esta iniciativa los jóvenes se organizaron sin recursos económicos, tan solo con solidaridad, de manera a producir un encuentro entre los que ofrecían trabajo y los que necesitaban que les trabajaran.
Los que reparaban hornos de barro, los mecánicos, los albañiles, etc. iban articulándose y encontrando oportunidades. Hoy ARCI vincula a 1.500.000 personas en toda Italia y cuenta con 4 mil bares, 500 billares, 200 cine-foros donde se producen encuentros de articulación.
El esquema es ¿cómo organizarnos con lo que tenemos? En aquel tiempo no había Internet, tampoco celulares pero fue posible la convergencia en espacios como cines, veredas, lugares de baile. Los jóvenes paraguayos tienen todas las condiciones para encarar una organización nacional.
Se dejó en claro que el mayor indicador de pobreza es no estar organizado. El primer paso para salir de la pobreza y tener recursos, es la organización. Cuando dos pobres se organizan, su pobreza disminuye y el mundo es como uno lo ordena.
El cambio siempre lo puede hacer uno si está articulado con otro. "Uno solo es ciudadano cuando logra organizarse. Ser ciudadano es tener la capacidad de crear, transformar o conservar el orden social que uno considera que requiere para ser digno”. Eso requiere estar organizado. Cuando uno está organizado, en ese momento comienza a poder influir en la sociedad. Estar organizados permite hacer política que consiste en echar a andar el sistema para hacer converger intereses. Ojo, organizarse no es reunirse, la reunión es una estrategia para la convergencia de intereses y solo con convergencia la sociedad puede avanzar.
La mayor habilidad que se requiere –enfatizó Toro- es hacer converger los intereses; vale decir, manejo político. "En esta sala ninguno está aquí por la misma razón. Todos vinimos por razones distintas pero por la convocatoria que armaron lograron generar convergencia y llevan un día trabajando. Aprendieron y se articularon mucho y puedo hablar aquí porque hay convergencia de intereses".
Pilares de las soluciones
En esta instancia, Bernardo Toro expuso los siete pilares básicos sobre los que se pueden construir soluciones. Recomendó conocer profundamente cómo funciona la democracia y actuar políticamente para hacer converger intereses y domar las instituciones a fin de evitar la lamentación porque no es posible seguir echándole la culpa al otro. Esos pilares son:
Organización: Redes de apoyo como ARCI, pero pueden ser otros modelos que se amolden mejor a las circunstancia particulares.
Estética: La promoción del arte que identifica. Los jóvenes se reconocen mediante la moda, el deporte, la ecología, la música que genera culturas juveniles.
Comunicación: Es crear condiciones para que los diferentes sentidos puedan circular y competir en igualdad de condiciones. Todo acto comunicativo busca que los otros reconozcan mi sentido, mi forma de ver el mundo, mi forma de pensar.
La espiritualidad: Es el tema de la trascendencia. Ustedes están reunidos acá a ver si pueden responder a una pregunta, qué sentido tiene mi vida en Paraguay. Es la pregunta de la trascendencia, me quedo o me voy. La espiritualidad es la disposición interior de poder contribuir al proyecto de vida de otro. Ver como construir un sentido trascendente para los jóvenes del Paraguay.
El cuidado: Consiste en la capacidad de sostener y proyectar la dignidad de la vida de todo el planeta. El cuidado de que se desarrollen muchos buenos comportamientos en salud, en lenguaje en la emocionalidad. Crear círculos emocionales sanos.
La compasión: La capacidad de ponerse en el lugar del otro para disminuir o evitar su dolor. Es la solidaridad.
Ética: Todos los procesos de cambio requieren del cumplimiento de estos principios básicos pero sobre todo el proyecto ético de la dignidad, del respeto de los derechos humanos.
Toro, concluyó su encuentro con los jóvenes citando a Karl Sagan quien cuando le preguntaron si hay vida en otros planetas, dijo: "probablemente hubo otras civilizaciones como la nuestra que llegaron a ser inteligentes pero tuvieron la desgracia de que la ciencia, la tecnología y el poder les llegó primero que la ética. Cuando en una sociedad la ética no va adelante de la ciencia, la tecnología y el poder, éstas destruyen la sociedad".
“El bien mas importante que ustedes los jóvenes le pueden aportar al Paraguay, es trabajar con estos siete elementos, pero el objetivo es la dignidad humana. La única razón por la que estamos aquí, es poder ser dignos.”
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