Fernando Lugo ha hecho una sabia, moderada y prudente administración de zoquetes. Un claro éxito de su gestión de 7 meses es que no ha cedido ante los conflictos creados en torno al destete de los colorados que mamaban del Estado, proceso que no ha concluido y la puesta de mano de hierro a las tetas estatales ante la jauría de desenfrenados mamíferos liberales que tampoco está resuelto del todo. Apoyemos la firmeza luguiana.
Exponemos esto así con énfasis cuando leemos que una encuesta que está a punto de publicarse, revela la opinión del electorado colorado sobre las causas de la derrota electoral y deja elementos claves para interpretar que los colorados sentían que “ser colorado” era una manera de concebir la existencia, ser colorado era una manera de vivir.
Claro, una manera de vivir a costa de los demás. Ser colorado era considerado un mérito para obtener un puesto publico. Aquí quiero parar y analizar el concepto de “puesto”. El diccionario dice que puesto es un sitio, lugar, punto, rincón. Tener un puesto público es tener un rincón aunque tan solo sea en la planilla de sueldos.
Los colorados buscaban un puesto y no un trabajo público. Ninguno de los diccionarios que consulté señala que puesto es sinónimo de trabajo. Los colorados no buscaban un trabajo sino que un puesto. Una mesita con una silla donde no hacer nada.
Luego, la manera de los colorados de concebir la existencia era tener un sueldo sin trabajar y ahora lamentan que se haya perdido ese espectacular privilegio.
Pero no nos engañemos diciendo que sólo los colorados piensan así. Lo malo es que cuando los demás partidos políticos tradicionales buscan llegar al poder, sus partidarios piensan de ese modo y los liberales están dando inocultables muestras de zoqueterismo. (Según el Pequeño Larousse Ilustrado, Zoquetero/a: persona que anda buscando un mendrugo de pan.)
Pero claro. Tenemos que ser justos y decir que los colorados crearon toda una cultura zoqueteril y de ese modo hicieron que los partidarios de otros partidos se hicieran colorados para disfrutar de las mieles de la corrupción.
Zoqueterismo azulado
En estos momentos los liberales están volviéndolo loco al director de Yacyretá presionándolo al máximo en busca de zoquetes.
Se ha tenido que poner en manos de la justicia para que lo investiguen de todos lo que se le acusa en esa tenaz y cruel lucha por que cuelgue de Yacyretá la piñata de los cargos para divertimento de los afiliados al Partido Liberal.
Es un tema de escándalo lo que pasa en la Administración Nacional de Navegación y Puertos donde el presidente del ente –liberal- contrató a 136 correligionarios y se ofendió porque dijeron que eran 160.
Tenemos que lograr que en Paraguay haya democracia y no partidocracia, coloradocracia, liberalcracia, etc.
Y aquí tenemos que concluir con elogios. En todos estos días hemos estado criticando a Fernando Lugo pero uno de los aspectos de su gestión que la ciudadanía debe aplaudir es el relacionado con la defensa del interés general: Evitó que el aparato público fuera la gran piñata que sobre todo los liberales se preparaban para pinchar en busca de cargos a mansalva.
Atrajo la bronca inmisericorde incluso de su propio vicepresidente Federico Franco pero dejó claro que el aparato publico no es un botín político.
Aplausos.
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