domingo, marzo 14, 2010

Las plagas que nos roban riquezas




Decíamos en estos días que disfrutamos de la bendición de vivir en un país sin terremotos ni tsunamis, sin nevadas escalofriantes ni huracanes. Hecatombes incontrolables que pueden sobrevenir mientras dormimos o en momentos inesperados. Las nuestras son otras emergencias y como vemos en esta temporada provienen de las palomas que pueden liquidar en horas toda una cosecha en el Chaco, el dengue que nos acorrala por propias imprevisiones, las otras plagas de cultivos como las hormigas.

Queriendo conocer la magnitud de una colonia de hormigas que también son capaces de cortar las hojas y abortar una cosecha extraodinaria, unos científicos insuflaron cemento por el agujero de un hormiguero.
Se sorprendieron de la cantidad de material que debieron bombear. Cuando consideraron que habían concluido la primera etapa de su emprendimiento, iniciaron la segunda.

Perversa maravilla
Excavaron cuidadosamente para no destruir la parte cementada y descubrieron lo que a nuestra vista puede parecer una subterránea obra de arte pero en realidad es una descomunal estructura de centenares de colonias interconectadas.
Son como conglomerados de miles de millones de hormigas que los agricultores saben que se alimentan diariamente desfoliando sus cultivos. (En realidad las hormigas usan las hojas para la cría de hongos de los que finalmente se alimentan).
De ese modo sus cosechas pierden rendimiento, sus ingresos se vuelven insuficientes y se empobrecen.
Gusanos, lagartas, gorgojos, hormigas, palomas son verdaderos dolores de cabeza de los productores muchos de los que con creatividad enfrentan el problema.

Turismo cazador de palomas
Tal el caso de los colonos mennonitas del Chaco que fomentan el turismo cazador para combatir a las palomas. Cazadores que vienen de Europa, Australia y otros países del mundo para disfrutar de su afición, dejar un buen dinero en los hoteles y reducir la población de una verdadera plaga.

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