“La tecnología, me deja sumamente admirado. Lo poco que he visto hasta hora...no sé que cambios más habrá" manifestó el Sargento Pablo Emilio Moncayo. Esas frases están entre las primeras que pronunció en libertad.
Claro, lo secuestraron cuando el Star Tac era lo máximo y pensábamos que era lo último por mucho tiempo porque la mente humana serían incapaz de descubrir algo mejor.
Pero cuando Moncayo empezó a volver a la civilización, se encontró con cámaras digitales de bolsillo, celulares que además eran cámaras filmadoras con pantalla táctil, equipos portátiles de GPS...
Doce años de oscuridad tecnológica y de repente se hizo la luz.
Moncayo fue reporteado poco antes de tomar el avión que llevaría junto a sus familiares tras ser liberado luego de 12 años en las selvas colombianas en manos de las FARCs.
Para él era como irse a dormir con el Star Tac y despertarse con un celular con pantalla táctil.
Le robaron el contexto
Dicen que estaba pensando estudiar ingeniería electrónica cuando le cercenaron la libertad, lo que nos ubica ante alguien que tenía noción muy clara de lo que pensaba y sobre todo conocía mejor que muchos el contexto tecnológico en el cual pensaba prepararse para ser guía y sabio.
Nos alegra su retorno a la libertad y el reencuentro familiar donde además conoce a una hermana que nació cuando estaba en cautiverio.
No sabemos si le birlaron demasiado tiempo como para mantenerse hasta ahora en su idea de ser ingeniero electrónico. Quizás.
Ojalá reencuentre también su camino en la vida. Adelantó que sabe lo que quiere lo que es algo extraordinario porque implica que no perdió la brújula.
Celebremos su libertad y ya que abordamos recuerdos tecnológicos, digamos que nunca más el hombre logró diseñar un celular tan portable como el Star Tac.
Extraño su portabilidad. Doce años llevo añorando que diseñen algo parecido.
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